🎥' Dos.

43 8 6
                                    

El viaje había comenzado.

Baekhyun estaba muy emocionado pues era la primera vez que viajaba fuera de Seúl, aunque no iría demasiado lejos, al menos salió de lo cotidiano.

Las calles a esas horas estaban vacías, el olor a petricor llenaba el aire de una manera muy especial y aunque no fuera la sensación que buscaba, la melancolía había llegado como si fuera un huracán a punto de devastar todo a su alrededor.

Y no estaba mal, solo que para esos momentos no era lo mejor del mundo.

—¿Recuerdas cuando nos dimos nuestro primer beso?— levantó sus piernas para poder subirlas al asiento del copiloto.

—Sí claro, es algo difícil de olvidar.— el tono con el que Chanyeol le respondió lo hizo sonreír.

Aquel día fue algo especial, y aunque no haya sido tan normal, fue algo que jamás iba a olvidar.

Baekhyun solía hacer pequeños reportajes en la secundaria, aquellos solo eran un pasatiempo para poder subir un poco más en su materia de lenguaje, después solo se volvió un hobby.

La primera experiencia paranormal que tuvo, fue demasiado reveladora y ahí fue cuando se dio cuenta que sí, le gustaba demasiado. Ayudar a las personas era lo que más le importaba y por supuesto no podía dejar de lado toda esa curiosidad que le causaba lo paranormal.

Entonces sí existía la vida después de la muerte y escuchar los llantos desgarradores era una prueba de ello, entender incluso que las manifestaciones estaban presentes, era sumamente increíble.

—Gracias por siempre acompañarme, de verdad lo aprecio Yeol.— sonrió.

La veracidad de sus palabras era demasiado para lo que en verdad se veía desde lejos, afortunadamente ellos sabían que su amor iba más allá de las palabras y acciones muy visibles.

—Cariño, incluso si me pides que te acompañe al mismísimo infierno, yo lo haría con tal de verte feliz, haciendo lo que más te gusta.— declaró.

Eran cosas que en verdad lo hacían amarlo, su comienzo no fue normal, pero al menos podía relatar con orgullo que su relación no era como las demás.

El camino se estaba haciendo demasiado largo para su gusto, sin embargo, sabía perfectamente que Blind City no estaba cerca, obviamente tenían que viajar toda la noche así podrían llegar pasadas del medio día.

—¿Quieres algo de música?— el más alto preguntó en voz baja.

—No, creo que voy a dormir un rato.— sonrió cansado. —Si tienes sueño, por favor avísame, así manejo yo un rato.— lo miró unos minutos antes de acomodarse en el asiento.

Baekhyun sabía que el viaje sería largo, por lo que se preparó con antelación, en una de sus tantas mochilas guardo un super kit medio básico, el cual constaba de cosas para aseo personal, botiquín de primeros auxilios, comida y por supuesto un par de mantas, por si les daba frío.

Las madrugadas solían ser impredecibles, conocían perfectamente el clima que Seúl tenía, solo que ahora estaba viajando por diferentes lugares y era obvio que las temperaturas serían varias.

—Por favor, dame algo de agua. Siento que me estoy secando y no se porqué.— Chanyeol se sentía extraño, no sabía si era por los nervios o simplemente por la vista que le generaba la carretera.

Estaba oscuro a pesar de que las luces alumbraban su camino, entendía que era parte de su recorrido, pero al menos debía existir más iluminación. Los accidentes pasan y de verdad que no quería estar involucrado en uno.

—Aquí.— sin ver del todo, Baekhyun le pasó la botella, agradecía que el auto no era demasiado grande porqué si no habría derramado esa agua semi abierta. —¿Tomaste tus analgésicos?— preguntó en un susurro.

—Sí.— afirmó. —Quizá solo es cansancio acumulado, no te preocupes llegaremos sanos y salvos.— con cuidado destapo la botella, para después darle un largo trago de agua.

El más bajito no tenía porqué dudar, conocía a la perfección a su lindo y muy alto novio, jamás dejaría que algo malo le pasará y es por eso que no se atrevía a decirle que irían a una cabaña después de conocer a los Wu.

Ese tema no lo quería tocar todavía, después ocurriría un cambio drástico y no podía permitirse eso, pues ya estaban en camino.

Así que hizo lo mejor que podía en esos instantes, desdobló su manta con cuidado de no tapar la visión de Chanyeol, se acomodo como si fuera una conchita y descanso su cabeza en el asiento, tenía que sentirse cómodo o si no, empezaría a ponerse de malas y eso no sería para nada agradable.

Chanyeol al verlo de reojo sonrió, el más pequeño le provoca sentimientos inexplicables que hasta el día de hoy prefería guardarse cómo si fuera un tesoro, lo amaba demasiado y jamás lo cambiaría.

Puede que sus hobbies son algo extraños a comparación de los suyos, pero era cierto que eso lo hacía feliz y estaba bien, cada uno era diferente a su manera.

Se complementaban demasiado.

Sin dejar de ver la calle poco alumbrada, movió su mano izquierda para poder encender la radio, quería al menos saber la hora ya que sentía como que había pasado una eternidad, cosa ridícula por supuesto.

Al escuchar el radio demasiado alto se sobresaltó, se aferró con la otra mano al volante e intentó que el auto no se desviará por su mala atención.

Su corazón estaba latiendo demasiado rápido, no podía creer que algo como eso, casi los mete en un accidente, debía ser más cuidadoso, así que bajó el volumen, era importante saber que Baekhyun seguía dormido, ya que tampoco quería provocar malestares y más cuando acababa de caer dormido.

Afortunadamente solo lo observó de reojo acomodarse, por lo que pudo suspirar en paz, su vista volvió al camino y actuó como si nada hubiera pasado, aunque muy en el fondo estaba algo asustado por aquel desliz.

"Bienvenidos una madrugada más a nuestra famosa radio Los Exordium, nos complace saber que están disfrutando de nuestra música, así que en esta ocasión dejaremos al azar una canción, espero que estén listos."

No podía creer que él nombre de una radio fuera ese, quería reírse ya que era completamente ridículo, sin embargo admitía que tenían originalidad.

—No puede ser…— masculló al escuchar la canción.

Tenía sus gustos musicales y no eran raros, solo que si se sentía muy viejo debido a que escuchaba a los ídolos del momento, era comprensible pero al menos podía relajarse al saber que chicos de esa banda tenían su misma edad.

Y esa canción le gustaba demasiado, por lo que empezó a cantarla en voz baja, esperando no despertar a su bello durmiente.

—Good guy…— el ritmo era impresionante, y si no estuviera sentado manejando en medio de la madrugada, estacionaría el coche para poder bajarse y bailar un pedazo de la coreografía.






Blind City: El documental | ChanBaek✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora