Prólogo.

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Encerrado en esta cárcel, encerrado por amar, no entienden el profundo amor que yo le tengo, si, se que es obsesión, se que incluso puede ser enfermizo, el amor es mi cura y mi enfermedad. 

Lo amo tanto que estoy dispuesto a hacer todo para que SOLO SEA MÍO por la eternidad, se que me agradecera que lo proteja de todos aquellos malditos que solo quieren profanarlo, abusar de su confianza e inocencia, quitar la pureza de su mente, cuerpo y alma. 

El es mi rey y yo solo soy su simple siervo, que día y noche se desvive por conseguir si quiera una mirada. Se que muy pronto mi sol y yo estaremos juntos sin nadie que manche nuestro amor. 

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