Tus pies fueron hechos de uvas
y tus pasos llevan consigo pasas,
jugo de uva brota de tus labios
y a la distancia tus curvas son el
arcoíris que posa en el vacío.
Haré un atrio para tus labios donde
voy a sacrificar besos en la
en la mitad de tu cuello, que es una
morada de lujuria que espera ser
descubierta por tu sensualidad.
Mi morada son tus senos fructíferos
porque los cosechó de tierra llena
de virtud, donde fuiste moldeada de
manera artesanal por manos divinas
y no por manos de blasfemia actual.
