Capítulo 1

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Muchas personas estaban encadenadas en las masmorras, desde el príncipe heredero hasta un simple esclavo, todos ellos arrodillados en el piso amordazados, algunos intentando escapar lo cual resultaba en que solo parecieran perros rabiosos, otros llorando ya que no lograban entender que hacían ahí, algunos en silencio intentando idear una estrategia para salir cuando en sus corazones sabian que ya lo habian perdido todo, otros tan heridos que apenas podian escuchar los sollozos de sus compañeros de celda y otros consternados, sin entender como esa chica identica a Yvonne sea el cruel monstruo que esta llevando a la destrucción al imperio.

El Principe heredero, el duque junto a sus dos hijos, un marques y un esclavo.

Todos compartían una celda, mientras que las de alado estaban criados y caballeros de la mansión del duque junto al mayordomo.

Llevaban ahí días sin probar un bocado, pensaron que cuando anunciaron que los ejecutarian seria pronto, pero ya había pasado mucho tiemp

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"¡Penny! Que quieres comer hoy, deje vivos a los mejores chef de todas partes del mundo para que cocinen para ti, elige algo para hoy" una hermosa mujer de cabellos rosados con una gran sonrisa entro a una magnifica habitación, saltando mientras se acercaba con los brazos abiertos a la mujer desdichada en una gran cama, detrás de ella sujetos enmascarados que usaban capas entraron empujando carros llenos de comida, hubiese sido una vista maravillosa si no se viera por el gran ventanal como el pueblo, en exterior se volvia cenizas por el fuego y la dama en la cama como el pueblo que se veía de lejos, claramente desnutridos solamente que la primera estaba en mejor estado que aquellos desdichado de afuera.

Penelope se quedo mirando todos los platos que tenia frente de ella, pocas veces ha podido comer de forma tan glamurosa, gran parte de las veces fue gracias al Principe heredero, pero muy pocas fue gracias a alguien del ducado que la gran mayoría de veces solo le daban cosas podridas.

Miro la comida frente a ella y luego al demonio, estos dias fueron en los mejores que ha vivido en sus mil años, en lo que respecta al trato que ha recibido, paso de ser maltratada en la mansion a ser como una emperatriz en el palacio imperial, vestida con las mejores ropas y baladas con las mejores telas cosa que no podía acostumbrarse demasiado gracias al poco uso de estas.

Usaba la habitación de la emperatriz junto a las mejores ropas y sabanas, su habitación era constantemente limpiada y era atendida hasta en la mas mínima cosa.

Lo único que tenia que hacer era dejar que ese monstruo hiciera lo que quisiera, si una noche queria abrazarla mientras dormía, solo podia ignorarla aunque su sangre de mago gritara que la apartara, si la besaba solo podía correr un poco la cabeza hacia algún lado, si ella deseaba que se pusiera un vestido de fiesta para una simple cena, lo hacia. Soportaba todo esto porque sabia que pronto todo esto terminaria, solo podía cerrar los ojos mientras ella la tocaba soñando con el fin.

Su magia estaba casi lista, llevaba desde que se inicio el bucle acumulando para lograr su objetivo, ni para evitar de morirse de hambre en los primeros días la uso pero en este poco tiempo que le queda, va a aprovechar de vengarse por ultima vez.

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"¡Despierten!"

Decenas de lacayos de Leila bajaron a los calabozos, los cuales estaban en un estado mas desgastado que antes, por las heces humanas que se acumulan junto con la sangre ya seca que se encuentra en los cuerpos de los prisioneros.

Ahora les toca a ustedesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora