Se paró espectante frente a la puerta de madera que tenía frente a él.
505 eran los números marcados en esta, resaltado por ser de metal y sobresalir de la superficie plana de la madera.
Ya estaba ahí. Había llegado, se tomaría su tiempo para hacer las cosas a partir de ahora.
Introdujo la llave en la cerradura sin la más mínima preocupación y abrió la puerta, atravesó el lumbar de esta y la cerró tras de sí sin acelerase. Dejo las llaves en un mueble pequeño a lado de la entrada y se dedicó a observar cada detalle de la habitación.
Incluso aunque la tenue luz que entraba escasamente por las cortinas entre abiertas no le permitieran ver a detalle el lugar donde se hospedaría lo hizo de igual manera. Pacientemente espero a que sus ojos se acostumbraran a la oscuridad y cuando esto pasó por fin pudo caminar por la habitación.
El primer grande detalle a descartar era la cama que estaba a unos metros de la puerta principal y era grande. No le sorprendió pues el objetivo de ese lugar era proporcionar un cuarto donde pasar una sola noche y luego marcharse.
La cama no estaba sola. Una castaña acostada sobre ella en posición fetal pero con sus manos alrededor de sus muslos la acompañaban.
Ella estaba ahí, tan tranquila y en paz que parecía ser parte de la decoración de la habitación. Como si formara parte de ese lugar, como si hubiera estado ahí desde siempre.
Noto al chico por lo difícil que era de ignorar su presencia. Abrió sus ojos sin prisa y se tomó su tiempo para sentarse al borde de la cama, sin apartar sus ojos de los suyos en ningún momento. Era una mirada penetrate pero reconfortante que te analizaba pero no al punto de incomodarte. Era una mirada cálida.
Le sonrió como si de un niño con un enorme regalo frente a él se tratara pero no se levantó para abrazarlo o chillar de felicidad, ella no hacía esas cosas. Ella esperaba pacientemente el momento para soltar su amor pero sin llegar a ser agobiante. Sabía dar la dosis perfecta.
-Volviste.
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𝐑𝐨𝐨𝐦 𝟓𝟎𝟓 -𝐀𝐥𝐞𝐱 𝐓𝐮𝐫𝐧𝐞𝐫
Fanfiction-𝑰𝒎 𝒈𝒐𝒊𝒏𝒈 𝒃𝒂𝒄𝒌 𝒕𝒐 𝟓𝟎𝟓... En la habitación 505 ellos podían amarse, podían sentirse, podían tocarse incluso si al día siguiente debían ser desconocidos otra vez...