Our garden

Girasoles

Finalmente el día de la cita había llegado. Un sábado a las 11 am cerca del centro comercial que estaba bastante equipado con tiendas, restaurantes y un cine en la parte de arriba. 

Charlie no dejaba de acomodar su cabello, aplacando algunos rizos rebeldes que escapaban de su lugar. Vestía unos jeans oscuros y rasgados, camisa de manga larga color roja con otra de manga corta debajo, y debido a las ligeras ráfagas de frio una chaqueta café que le cubriera. Y claro, no podían faltar sus fieles tenis converse en color negro. 

Estaba sumamente nervioso ya que acomodaba su ropa una y otra vez mirando su reflejo en los espejos de los autos, no quería que Nick pensara que era un pandrozo que no se preocupaba por su cuidado personal. Pero lo que Charlie a veces ignoraba, era el hecho de que siendo un floricultor, le otorgaba cualidades sumamente atractivas. 

Tales como su grácil figura, delicada pero con algo de musculatura por ser un varón, rasgos atractivos y sus bellos ojos azules que mas de una vez habían embelesado a otros come flores. 

Además de esto y como toque adicional, la dulce fragancia que desprendía era simplemente exquisita. El no podía olerla ya que su olfato estaba acostumbrado a ella, pero para otros (como Nick) era algo que envolvía en miles de sensaciones placenteras. 

Un Chevrolet Camaro color negro se estaciono a unos metros de donde se encontraba el pelinegro, y de el bajo el rubio con un atuendo que consistía en unos pantalones de mezclilla, camisa de cuello tortuga blanco y chaqueta amarilla, acompañado de sus nuevos Vans negros con amarillo mostaza. Su cabello estaba peinado pero por el viento se despeinaba un poco dándole un aspecto desenfadado. 

Nick solía ser una persona muy simple, gustaba de ropa cómoda pero con buen gusto. No le gustaba lo ostentoso ni lo llamativo. 

Camino en dirección a donde el y Charlie quedaron de verse. En su mente trataba me mantener la calma, repetía constantemente "tranquilo, todo saldrá bien, debes hacerlo bien" ya que sabia que el floricultor le producía unas enormes ganas de sostenerlo eternamente sin dejarlo ir. 

Pero todo tenia que ser con cuidado si quería continuar el cortejo de manera correcta. 

Ya estaba a unos pocos metros cuando por fin sus ojos divisaron esa cabellera oscura con rizos y sobre todo su olfato percibió ese aroma que lo había hechizado ya hace unos días desde que piso aquella florería. 

Charlie estaba parado mirando hacia otro lado, su cabello se movía con el viento y a Nick le parecía ver su piel brillar con los rayos del sol. De verdad que ese chico lo había vuelto cursi y estúpido pero valía la pena. 

-Hey¡- llamo amable y sonrió cuando estuvo cerca del pelinegro.

Charlie se sobresalto un poco al oír la voz del come flores a sus espaldas, pero en cuanto vio al rubio sus mejillas se ruborizaron al instante. Estaba tan guapo, incluso mas que siempre. 

-H-Hola, Nick.- saludo con una tímida sonrisa haciendo que los adorable hoyuelos en sus mejillas aparecieran. 

Nick de nuevo se repitió su mantra. ¿por que todo en Charlie le parecía adorable, erótico o lindo?  suspiro y se acerco aun mas al chico.

-Dios. ¿por que eres tan lindo?- 

Ambos quedaron en shock. ESO LO TENIA QUE PENSAR NO DECIR MALDITA SEA. 

-emm...-

Charlie por su parte se ruborizo aun mas, aquellas palabras hicieron picar sus ojos. 

NO AHORA POR FAVOR¡¡¡. Pidió.