𝘚𝘸𝘦𝘦𝘵 || 𝚂𝚊𝚝𝚘 𝚁𝚢𝚞𝚜𝚎𝚒

𝐏𝐚𝐫𝐭𝟕

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Al llegar al parque de diversiones, se bajaron de las motos y comenzaron a caminar. Estabas bastante emocionada, más si estaba tu mejor amigo y el chico que te gustaba.

— ¡Uh! ¿Podemos comprar algodón de azúcar? — Preguntaste con una sonrisa.

— ¿Comer antes de subirnos a un juego extremo? — Preguntó Ryusei alzando una ceja.

— No creo que eso me haga vomitar — Dijiste mirándolo de reojo.

— ¡Bien, vamos a comer algo liviano! — Exclamó Baji comenzando a caminar.

Tú comenzaste a seguirlo, Ryusei iba detrás tuyo.

Al llegar, Baji pidió los algodones de azúcar, pero al parecer el vendedor era muy hablador, cosa que hacía que Baji forzará una sonrisa mientras pedía los algodones.

— Si, muy interesante que su hijo quiera ser un piloto... pero mis algodones — Insistió Baji

— Sii, estoy muy feliz por él — Habló el hombre con una pequeña lágrima.

— Si... mis algodones — Murmuró Baji nuevamente.

— ¿Y sabe otra cosa? Él también al principio quería ser marinero — Comenzó a hablar. Baji estaba algo inquieto mientras lo escuchaba.

Miraste detrás tuyo en busca de Ryusei, al percatarte que no estaba, te preocupaste un poco.

— ¿Ryu? — Preguntaste caminando mientras mirabas a los lados.

De pronto sentiste como alguien te tomo de la cintura y te introducía a un lugar un tanto oscuro. Ryusei te apego a la pared junto con una sonrisa.

— Ryusei, ¡Idiota, me asustaste! — Dijiste frunciendo el ceño.

Él comenzó a reír y te beso la mejilla. — Quería que tuviéramos un poco de tiempo a solas. No logré decirte lo atractiva que te ves vestida así — Dijo bajando su mirada lentamente mientras te recorría.

Tus mejillas se tornaron de un color rojizo, soltaste una pequeña risa nerviosa y miraste a tu alrededor.

— Gracias... por cierto, ¿Dónde estamos? — Preguntaste con curiosidad.

— Al lado de los baños, pero aquí no suele venir gente así que aproveche..

Al escuchar eso te sorprendiste un poco — ¿Ya has venido? — Dijiste mirándolo directamente a los ojos.

— Claro, ¿Quien no ha ido a un parque de diversiones al menos una vez en su vida? — Preguntó un tanto burlón.

— Mmm... ¿Sabes que hay gente que realmente no puede aunque quiera? — Dijiste mordiendo tu labio inferior.

Ryusei asintió levemente la cabeza y soltó una pequeña risa. Agarró tu mentón y se acercó a ti de apoco. Sentiste sus labios encima de los tuyos, comenzaba a moverlos lentamente mientras colocaba su rodilla entremedio de tus piernas. Sentías como el calor iba subiendo, el contacto de Ryusei te prendía, y de la manera en que te tocaba y te besaba te hacía desearlo.

Sus labios eran carnosos y muy adictivos.

— ______ — Susurro entre tus labios mientras se alejaba unos mini centímetros. — Me gustas... te quiero solo para mí

Te quedaste en silencio y sonreiste, con tus dos manos agarraste su rostro y lo llevaste al tuyo.

— Tú también me gustas, y mucho — Dijiste volviendo a besarlo, sentiste una sonrisa de su parte en mitad del beso.