Capítulo 2

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Capítulo 2 — Recuperación.

—Chico, escúchame, ¿cuántos dedos ves aquí? —pregunto un paramédico mientras que el resto, trataba de parar el sangrado, sin éxito alguno.

—C-Cuat... ¡Ahg!

—Mierda, ha perdido demasiada sangre, necesitamos llevarlo de urgencia al hospital, ayúdenme muchachos. ¡Vamos que esperan!

¡Jin! —grito Meimei desesperada, corriendo hacia el humano llevando solamente una manta sobre ella. —¡Por favor Jin, di algo!

—Calla

—Vamos, Vamos, no se detengan, tenemos que irnos ya, al hospital.

—¡NO TE MUERAS JIN, POR FAVOR! Todo es mi culpa... Todo es mi estúpida culpa...

—Lo siento Señorita Meimei, pero tiene que venir con nosotros.

—Jin... Jin... Jin...

Estando Meimei en un colapso mental, los policías decidieron intervenir tomándola a la fuerza, pero para sorpresa de ellos, Meimei no opuso resistencia alguna.

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Abrí mis ojos lentamente mientras era recibido por una tenue luz.

Observando a mi alrededor note que, en su mayoría, la habitación era de color blanca también de que en mi brazo izquierdo estaba conectado a un aparato por lo que era de esperarse que esta habitación fuera de un hospital. Por sorpresa mía, aun lado de mí, reposaba lo que sería ser, un ramo de flores.

—¿Q-Qué demonios me s-sucedió?

Confundido, intenté levantarme de la camilla, pero de repente, un fuerte dolor en el abdomen, hizo que me detuviera de inmediato, gracias a esto, decidí ser más precavido y preste mayor atención a mi estado.

Viendo a más a detalle, mi abdomen estaba completamente vendado y no solo el, mi brazo derecho e incluso mi cabeza se encontraban vendados, aunque mi brazo derecho parecía estar fracturado, al no poder sentirlo y estar enyesado. Dejando eso de lado, me di por vencido y decidí reposar en la camilla, pero ahora que lo pensaba, había algo extraño ¿no? ¿Por qué solo hay una camilla en esta habitación? Normalmente debería haber bastantes camillas con pacientes alrededor ¿no? Tal vez, ¿e-estoy s-secuestrado...?

Pensando en cosas absurdas, en eso, la puerta de la habitación fue deslizada.

—Ranka...

—Ehh... ¿JIN? ¡Despertaste!

—¿Hum?

—¡Jin!

Cómo de costumbre, Ranka trato de saltar hasta mí, hasta que, a escasos centímetros se detuvo y con la mirada cabizbaja, comenzó a sollozar.

—Tonto... pensé que morirías... ~

—¿De qué hablas?

Realmente no recordaba por qué estaba en este estado, por las circunstancias y el gran vendaje que tenía mi abdomen, imaginé que había sufrido un accidente en la Academia. Tal vez, fui arrollado por un elefante en celo, o que se yo, los animales son así de estúpidos, que no me sorprendería.

¡Idiota!

Debido al repentino grito de Ranka, la puerta, fue nuevamente deslizada, mostrando en ella, a un doctor que llevaba con él, su típica bata y su avanzada edad.

—Disculpen la intromisión. Oh veo que al fin despierta Joven Mazama-san.

—¿Ehh? ¿A qué se refiere?

¡Radiante y Deslumbrante!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora