SOUL EATER ( adaptacion yoonseok/ hopega)

capitulo 3

Cuando entré en la celda de Yoongi a la mañana siguiente, su presencia era sólo un poco menos opresiva. Estaba sentado en el mismo sitio, y sin decir una palabra me senté cuidadosamente frente a él de nuevo. Siwon me había insistido esta mañana en que debía intentar hacerme amigo de Yoongi. Que el acercamiento que hice ayer parecía funcionar. Sin embargo, ya estaba bastante seguro de que Yoongi sabía lo que hacían los oficiales.

-"Buenos días". Su voz todavía me producía escalofríos. Lo había escuchado en mis sueños la noche anterior. No eran del todo pesadillas, pero eran lo suficientemente inquietantes como para despertarme con un sudor frío.

-"Buenos días", respondí, mirándolo de arriba abajo. No parecía desarreglado ni despeinado. Tampoco parecía débil por falta de agua y comida. Había oído que algunas especies de monstruos no necesitaban comer ni beber, ni dormir. Supuse que él era uno de ellos.

-"¿Qué estarías haciendo ahora, si no te hubieran sacado de tus tareas normales para hacerme compañía?" me preguntó Yoongi, estirando sus largas piernas frente a él. La vida de un soldado era agonizantemente regimentada, así que no necesité pensar mi respuesta. Eran poco más de las 08:00 horas, así que eso significaba... "Terminando un entrenamiento". Había tenido que levantarme una hora antes esta mañana para hacerlo antes de venir a la celda de Yoongi. -"¿Y entonces?" Yoongi preguntó. No sonaba ni aburrido ni fascinado.

-"Ducharme. Comer. Ejercicios".

-"Ya veo". Hubo un momento de silencio mientras Yoongi se cogía la manga de su abrigo. "¿Te gustaría saber qué estaría haciendo ahora mismo, si no estuviera en esta celda?"

-"Sé lo que estarías haciendo. Estarías matando gente". Yoongi resopló lo que casi podría haber sido una carcajada. Viajó por el aire como débiles gritos torturados, enviando otro escalofrío por mi espina dorsal. "Tal vez. O buscando al próximo que matar". Su capucha se ladeó, y pude sentir el peso de su mirada sobre mí. "Apuesto a que a tus superiores se les cae la baba pidiendo respuestas, ¿verdad?". No sabía cómo responder a eso. Lo estaban, pero aceptarlo sería considerado una falta de respeto. "Hay una información que nos gustaría", dije con cuidado, esperando que eso fuera lo suficientemente diplomático. Yoongi hizo otro sonido divertido. "¿Tenemos entonces el mismo trato que ayer, soldado?" Tragué saliva, tratando de no moverme con nerviosismo. ¿Qué iba a preguntarme hoy? "Sí".

-"¿Cómo te llamas?" A pesar de mis nervios, sentí que mi labio se curvaba en una pequeña sonrisa. Menos mal que estaba oculta por mi máscara. "La información de identificación está prohibida".

-"Es cierto, lo había olvidado. Pues entonces..." Yoongi cruzó las piernas y se golpeó el pulgar manchado contra la rodilla. Me quedé mirando los anillos picados y pálidos que tenía en casi todos los dedos, preguntándome si realmente eran de hueso. Antes de que pudiera volver a hablar, intervine, con los nervios haciendo que la voz me temblara un poco.

"Técnicamente, ya has hecho tu pregunta por hoy". Yoongi se quedó quieto, y me sentí claramente como una presa en su punto de mira. Una gota de sudor me recorrió la espalda. "Quizá no me di cuenta de que cada momento de nuestras conversaciones iba a ser una transacción", dijo, con una voz aterradoramente suave. Joder. Estaba bastante seguro de que estaba cabreado, y no quería averiguar qué pasaría si decidía que había terminado conmigo. ¿Mandarme a la locura? ¿Hacerme caer muerto aquí mismo, donde estaba sentado? El pánico me hizo subir el ritmo cardíaco y las palmas de las manos se humedecieron. Tragué saliva y busqué una manera de deshacer mi error. "Tal vez puedas quedarte con ese gratis", tartamudeé. Hubo una larga y agónica pausa, y entonces vi que los hombros de Yoongi se relajaban. Un sonido divertido se acercó. "Qué amable". Volvió a recostarse contra la pared y volvió a dar golpecitos con ese patrón en la rodilla. "Dime, entonces. ¿Qué es lo que más te gusta de ser un soldado?" Sabía que debería haberme preocupado por el tiempo que tardé en contestar. Que Hee chul probablemente me haría una nueva rotura cuando volviera a la sala de inteligencia. Sin embargo, no pude pensar en nada.