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SooJongIn

Soo: JONGIN.

Innie¿Qué pasa? ¿Te sientes bien?
¿Necesitas algo?

SOO: Calma me encuentro bien, pero estoy muy aburrido :'(

Innie¿Y?

SooUgh te odio.

InnieEra broma.
¿Quieres qué te pase a buscar y vemos una película en mi departamento?

SooPor favor, me muero de aburrimiento.

Innie; En unos momentos estoy allí,
Pastelito.

Dejó su teléfono en la mesita de noche gruñendo por el apodo. Sabía que JongIn le gustaba molestarle, así que no le tomo gran importancia. Se levantó con pereza y empezó a cambiarse de ropa. Optó por ponerse unos jeans y un suéter azul. Estaba amando esos suéter se le hacían muy cómodos. Para cuando terminó de vestirse el timbre sonó.

Bajó las escaleras arreglando su cabello, antes de salir se despidió de su madre. JongIn lo estaba esperando afuera del coche.

—Hola—saludó—. ¿Estabas ocupado? Si lo estabas, lo siento.

—No lo estaba—dijo cansado él rizado—. Casi acabo despertar.

Era lógico, apenas eran las nueve de la mañana, mayor mente a esa hora seguía durmiendo, pero se levantaba corriendo a vomitar y luego de eso ya no podía conciliar el sueño.

—Nos vamos—preguntó él rizado. KyungSoo asintió.

Le abrió la puerta a KyungSoo siendo caballeroso.

Cuando llegaron al departamento del mayor, KyungSoo se sorprendió un poco por lo organizado y limpio que se encontraba el departamento de JongIn. Y él penas le daban ganas de limpiar su cuarto.

—Tienes un bonito departamento—halagó—. ¿Vives sólo?

—Sí—respondió JongIn—. ¿Quieres algo de tomar?

KyungSoo negó sentándose en el sillón que se encontraba en la sala, era muy cómodo. JongIn tomó el control remoto tomando asiento a lado del castaño.

—¿Seguro qué no quieres algo?—KyungSoo lo pensó estirándose en el sillón.

—¿Tienes chocolate?—Sonrió—, muero por una de chocolate blanco, no mejor helado de galleta—dijo con la aboca hecha agua. JongIn rio mirándolo con ternura.

—No tengo helado—El ojiazul hizo un puchero cuando oyó la respuesta del moreno—, pero saldré a comprarlo y de paso voy por una pizza.

—Sí—gimió gustoso y complacido por las atenciones.

Para cuando JongIn volvió de comprar se encontró con un KyungSoo dormido en el sillón. Dejó las cosas en la mesa ratonera y se incó al lado de KyungSoo viendo como dormía. Acercó sus manos en la mejilla del castaño acariciándola, inspeccionando las pestañas gruesas que tenia KyungSoo. El castaño se removió abriendo los ojos, JongIn se alejó por completo.

—Te quedaste dormido—explicó—. Anda a lavarte las manos para que puedas comer.

—JongIn, mi helado—se quejó. El moreno sonrió negando con la cabeza.

—Primero, comes adecuadamente y luego puedes comer todo el helado que quieras

—Hablas como mi madre—bufó levantándose.

Luego de minutos ambos se encontraban viendo una película de risa escogida por KyungSoo. El moreno oía como KyungSoo soltaba pequeña risas.

—KyungSoo—llamó.

—¿Qué pasa?—preguntó sin despegar la vista de la pantalla. En sus manos se encontraba el bote de helado.

—Vente aquí—Palmeó su regazo, KyungSoo lo miró sorprendido—, quiero acariciar tu vientre.

KyungSoo no rechistó y se subió en el regazo del moreno pegando su espalda en el pecho de este y su cabeza la recargo en el hombro de JongIn.

—¿Se siente bien?—preguntó cuando escuchó los ligeros ronroneos de parte del castaño y siguió acariciando suavemente el vientre de KyungSoo. Últimamente JongIn se estaba enamorando del vientre del castaño y eso que no ha crecido mucho.

—Tus caricias me están dando sueño—murmuró cansado.

—Duerme entonces—comentó JongIn.

—No mejor cuéntame algo—respondió volteándose a verlo.

—¿Qué quieres saber?

—¿Antes de esto habías querido tener hijos? —preguntó un poco dudoso no queriendo incomodar a JongIn.

—Sí, pero no pensé que tan pronto—respondió siguiendo con las caricias—, pero ahora ya quiero tenerlo entre mis brazos

KyungSo sonrió ante la respuesta y se pegó lo más posible a JongIn. Al moreno no le molestó en lo absoluto.

—¿No tienes miedo? Digo vamos a ser padres primerizos—habló KyungSoo.

—Un poco. No tengas miedo porque me vas a tener a mí y a tu familia. Claro, también contarás con la mía—aclaró con una sonrisa.

Kyungsoo recordó la conversación que tuvieron en la Universidad acerca de porque lo molestaba y el moreno había respondido que tenía sus razones, quería saber cuáles eran sus razones.

—¿Cuales eran tus razones para molestarme?—preguntó mirándolo a los ojos. El moreno no comprendió la pregunta cuando salió de los labios del menor, pero luego de segundos relajó su rostro.

—Quería llamar tú atención.

𝙐𝙣𝙖 𝙇𝙡𝙚𝙜𝙖𝙙𝙖 𝙄𝙣𝙚𝙨𝙥𝙚𝙧𝙖𝙙𝙖[Kaisoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora