JACK THE DEVIL :: e.peters

02.

Vermont, Estados Unidos
(10 AÑOS ATRÁS)

—Auh —se quejaba el chico rubio mientras una pequeña adolescente le curaba las heridas de la golpiza que habia tenido en manos de su propio padre, la familia de aquel joven era desmoracion completa.

—¿Te puedes dejar de mover? Jack, sabes que te puedes quedar en mi casa, no esta bien que continues en la casa de tus padres —dijo con un tono de regaño y precupacion Alice Presscott, la unica estabilidad y soporte que tenia Jack en aquellos momentos.

La vida de Jack Fisher habia sido un caos, el no elegio aquella familia y debia pagar los rotos que estaban sus padres mucho antes que el naciera. Una madre psicologicamente inestable que debia tomar mas de diez pastillas diarias aun estando embarazada de Jack, que lo habia sometido a las 6 meses y al año y medio de vida a la muerte, ahogandolo en la pequeña tina que tenian en su baño principal. Christine Milles, habia sufrido abuso fisico por su propio padre, la mujer se fue lejos de Nashville acompañada por un hombre que era diez años mayor que ella. Decidio aferrarse a un exmilitar, Jhon Fisher, pensando que seria su salvacion pero no fue asi no le dio la calidad y el amor que toda mujer con ausencia y daño busca en un hombre.

El postparto no era la mejor epoca para Christine, tildaba a su recien nacido de la peor de sus decisiones que debio abortar cuando todos le habian dado la mano para hacerlo porque tener un hijo solo alejo mas a Jhon de sus brazos.

Jhon Fisher, tampoco fue el padre ejemplar, todas su ira y su trauma postguerra lo hacian sentir que era su deber aun arruinar mas la estabilidad mental, emocional y fisica de su propio hijo. Desataba su ira hacia el pobre joven con abuso fisico y psicologico, denigrando su existencia y deseandole que se pudra toda su existencia, un hombre egoista sin escrupulos y ademas una gran frialdad al joven que egendro.

Una vida llena de roturas, abuso fisico, abuso sexual y abuso psicologico lo con llevaria a ser la persona que iba desarrollar años mas tarde, cuando no tuviera aquella luz de sus dias, aquella claridad para aun tener coherencia: Alice Prescott.

—Listo, y te vigilare en la escuela si es que te quitas las gasas, Jack.

—Es que me dan comezon, seguro soy alergico.

—¿Alguna excusa mas? Debo de irme, mi entrenamiento de patinaje es en media hora y no se si llegue con mi bicicleta—Alice se apresuro cogiendo sus llaves, maleta y abrigo para ir a el entrenamiento de la academia de patinaje nacional de Vermont.

—¿Es necesario que vayas hoy a las practicas?—dijo Jack corriendo para detener a Alice, abrazandola por detras bajando su altura para posicionar su menton en el hombro de la joven. 

Jack y Alice se conocian de vista desde el kinder, los abuelos pagaban la educacion del niño pero jamas echaron un vistazo al desastre de la vida familiar, pero se hicieron amigos hace dos años atras cuando Jack ayudo a Alice en unos examenes de quimica, pasando tiempo juntos en la libreria de la escuela privada. Mas adelante Jack le mostro a Alice la vida que tenia siempre buscando paz y tranquilidad en los brazos de la muchacha que sentia que tenia la necesidad de apoyarlo, calmarlo y ser incondicional para él. Se conocia cada parte de Jack pero tambien de los demonios que estaban detras de el, la joven tenia compasicion nunca penso que uno de los chicos "populares" sufria tanto, pero Jack solo era popular por pertencer al equipo de futbol americano de la escuela pero no tenia amigos, no habia experimentado ir a un cine o ir a tener una cita hasta que llego Alice. Su actual relacion era mas que amigos pero menor a un noviazgo, Jack no sabia lo que era amar, no sabia que se sentia si amabas a alguien solo conocia que tenia un obsesion por Alice, deseaba que estuviera siempre a su lado y sentia un vacio asfixiante al imaginarse que ella lo dejaria.

—Muy necesario, estoy cerca a las competencias estatales.

—¿Llegaras tarde hoy?

—Supongo, no lose, pero no te quedes mucho en mi casa sabes que mi padre no esta tan agusto con tenerte todos los dias por aca.