Capítulo 12. Dolor

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Dolor

Solo puedo sentir eso

Mucho dolor

Junto las pocas fuerzas acumuladas mientras muevo un poco mi cabeza, pero pareciera que todo mi dolor aumenta por segundo

Abro los ojos con lentitud pero solo logro ver por pocos segundos un techo color azul, mientras me renuevo un poco, pero no por mucho, ya que siento como si todo mi cuerpo fuera a romperse, despego mis labios secos para tratar de emitir sonido, pero apenas y puedo respirar, instintivamente llevo mi mano a mi cuello por la sensación de rigidez, algo me apretaba

—No, no vayas a quitartelo —Me dice una voz mientras toma mis manos para alejarlas de mi cuello, junto mis pocas fuerzas y abro los ojos con totalidad, volteo mi rostro a mirarlo

Mi esposo estaba ahí, sentado en un banco a lado de mi camilla, no tenía puesto su saco negro, las mangas de su camisa están corridas, los primeros botones de su camisa están desabrochados y puedo notar el cansancio en su rostro

—Me alegra que hayas despertado al fin, me tenías demasiado preocupado —Dijo mientras seguía sujetando mis manos entre las suyas, como si las cuidara

—¿Qué pasó? Me duele todo el cuerpo —Pregunté mientras trataba de incorporarme, pero el dolor me volvía a colocar en mi posición

—Tuviste un accidente querida, tu auto chocó en la carretera, te empotraste sobre un árbol y estuviste gravemente herida, acaban de sacarte de urgencia apenas está mañana —Comentó y yo fruncí el ceño

—¿Qué? ¿Hace cuánto estoy aquí? —Pregunté asustada, él solo me mira con pena

—Llevas 3 días aquí, en verdad había comenzado a preocuparme que no despertabas —Comentó mientras me mira a los ojos, yo solo negué con la cabeza

¡¿3 días?!

¡Por Dios!

—¿Por qué este vendaje me aprieta el cuello? —Dije mientras una de mis manos subía a mi cuello, él parece mirarme aún con más lastima

Eso me preocupa

—Querida... Uno de los cristales del parabrisas... Al quebrarse... Fue dirigido a tu cuello, cuando llegaron los paramédicos... Estabas apunto de morir desangrada, el vidrio casi y te corta la garganta, estabas grave pero pudieron ayudarte a tiempo, ahora estás mejor, afortunadamente no hubieron complicaciones y... En unos días o... Semanas estarás como antes —Menciona y yo solo sentí unas inmensas ganas de llorar, mis manos temblaron con mucho nerviosismo, sentía demasiado pánico

Sin poderlo evitar, cubrí mis ojos con mis manos y comencé a llorar, me sentía terrible en este momento, bajo las yemas de mis dedos podía sentir las pequeñas heridas que tenía por todo el rostro y solo podía sentirme peor, yo me lo había buscado.
Christopher no dudó en abrazarme y consolarme en sus brazos, buscando conformarme

—Todo va a estar bien, tranquila querida, todo estará mejor —Dijo mientras acaricia mi cabello y me deja llorar sobre su pecho.


|Narra Christopher|

Cuando mi esposa por fin logra tranquilizarse, el médico entra a la habitación para comenzar con los chequeos de rutina, me pide que salga de la habitación y así lo hago.
Al cerrar la puerta, veo a Robert y Emma, esperando noticias sobre su hija, Zabdiel a un lado de ellos acompañándome y a Haizel acercarse por el pasillo hacia mi

—¿Qué pasó? ¿Cómo está mi hija? —Preguntó mi suegra

—Tranquila Emma, ella está bien, el doctor le hará los chequeos de rutina y veremos si pronto nos podremos ir a casa —Comenté mientras sentía como Haizel se acerca a mi para abrazarme y ofrecerme de su vaso de café, al cual me niego

No he dormido absolutamente nada

Llevo 3 días aquí en el hospital desde que mi esposa entró, no he querido separarme de ella ni un solo momento, no he podido dormir aunque sea un par de horas, la inquietud de que ella me necesite no me deja dormir

—Mi pequeña valiente estará bien, confío en que saldrá pronto de aquí, volverá a casa y será la misma de siempre —Comentó Robert, yo asentí con esperanza, deseando que aquello se volviera realidad.

[>>>]

—Con cuidado, querida —Dije mientras la sujetaba de la cintura para poder subir las escaleras

—Siento las piernas dormidas, no se si lo hago con cuidado —Me contesta mientras llegamos a los último escalones del segundo piso

—¿Sabes? Habia pensado en que como estás en recuperación, tal vez... Sea bueno que compartamos la habitación, digo, si necesitas algo yo pueda estar ahí justo en el momento, si quiere ayuda para ponerte de pie o ir al baño, yo...

—No, estaré bien en mi habitación —Me responde mientras trata de caminar hacia dicha, yo solo asentí suavemente mientras la guiaba a su cuarto

—Okey, si... Esta bien —Comenté mientras la guiaba a su cama, ella parecía muy agotada por el hospital —Como quiera estaré muy al pendiente, por si me necesita, querida.

Mentira ||C.V&TÚ||TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora