Cap 4

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La pareja de Dongmin, Mingyu era un precepto de un típico alfa.
Al comienzo de su relación en el primer año de universidad, Dongmin llamó la atención de Mingyu por ser como es, un omega callado y calmado.

Mingyu pensó que se había llevado el premio grande con este omega.

Era la relación ideal que había estado deseando.

Dongmin no era como un tradicional omega, pero no le daba importancia a las relaciones amorosas, el chico pensaba que de alguna forma tendría que tener una porque todos sus conocidos tenían parejas. Y así fue que aceptó salir con Mingyu.

Pero nadie nunca le dijo como tenían que ser las relaciones, pero su abuela le había dicho una vez que solamente tenía que enlazarse con su pareja hasta que se casaran adecuadamente.

Y eso significaba que nunca en sus tres años de relación con Mingyu habían tenido sexo. Y no era porque no se atraían, era sólo que a Dongmin no le llamaba la atención.

Y por esa razón Mingyu le había dicho. -Entonces no te molestará que lo haga con otras personas ¿no? Al fin que tu serás mi enlace algún día

A lo que el chico contestó. -Si quieres acostarte con quien sea, puedes hacerlo, lo único que pido es que no me dejes saberlo

Y así fue que dejaron de verse por un poco más de tiempo. Pero esas relaciones promiscuas habían dejado a Mingyu sin dinero.

Lo que causaba que le pidiera dinero a Dongmin, el cual nunca regresaba a sus manos. Y así habían estado hasta el día de hoy.

Mingyu, de nuevo, había llegado a buscarlo a la mansión Moon.

La sirvienta que había ido a ver la cámara de seguridad de la puerta, le había avisado rápidamente a Dongmin por un mensaje.

A Dongmin le molestaba que viniera a buscarlo a su lugar de trabajo.

Rápidamente dejó encargado al pequeño Adam a una de sus nanas y fue hasta donde se encontraba Mingyu.

Mingyu al verlo se sonrió.

- ¡Hola mi amor! Tardaste en venir a recibirme ¿no me dejaras entrar? - dijo arrogante

Dongmin suspiró y abrió el portón, Mingyu creyó que le había abierto el portón a él, pero el chico lo empujó hacia afuera seguido de cerrar el portón atrás de el.

-Mingyu... -cruzó los brazos -Ya te había dicho que no me vengas a buscar a mi lugar de trabajo, y no, no puedo dejarte entrar, la última vez casi fui despedido por tu causa, y... -volteó a mirar en el copiloto al auto de Mingyu a una mujer. -Te he dicho que no quiero ver a las personas con quien me engañas -dijo tranquilamente

-¡Oye! ¡No es culpa mía que no contestes mis mensajes! Así que no me dejaste de otra que venir a buscarte, y casualmente estaba con esta mujer

-Dime que quieres ¿dinero?

Mingyu solo hizo un "¡ja!" y se acercó a Dongmin.

-Mi amor, sabes que te lo recompensare cuando termine mi carrera de abogado y gane mucha plata, y cuando nos casemos, tu serás el que dependerá de mi y serás dueño de la mitad de mis bienes, pero por ahora...

Dongmin no lo dejó seguir con sus palabrería, dando una gran calada de aire, sacó unos cuantos billetes de su salario.

-Sabes que no te vendría a molestar si me dieras el número de tu tarjeta y tu contraseña -dijo entre sonrisas contando el dinero

-El maestro de la mansión nos paga a todos con cheques, así que es inútil.

Un "tch" salió de los labios de Mingyu y en susurro salió un "inútil"

Madre SustitutaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora