Cap 11

345 54 7
                                    

Moonbin estaba enamorado de Dongmin. Eso era un hecho indiscutible.

Él se había enamorado de lo atento y sincero que era, no le interesaba nada más. En ese momento pensaba que valía la pena arriesgarse en confesarse con un anillo en mano, pensando que sería rechazado porque él ya tenía novio.

Pero cuando vio aquella escena frente al portón de la entrada de la mansión, perdió los estribos y arruinó sus planes, diciendo todo lo contrario a lo que realmente quería.

Todo fue un estúpido impulso. Y ahora todo se había vuelto de esta forma.

Ahora hasta su preciado hijo lo despreciaba, todo por su actitud.

Ese día estaba dolido, molesto, triste e irritado. Solo dejó todo lo que estaba haciendo, después de lo que le dijo Adam ya no tenía caso seguir haciendo papeleo.
Se fue a su recámara a tranquilizarse un poco, se sentó en la orilla de la cama dando una calada de aire para después sacarlo, tenía muchas ganas de fumar que su pierna se tambaleaba de arriba a abajo, pero se había olvidado de fumar desde hace mucho tiempo, cuando Dongmin le hizo un comentario de que es malo el humo de cigarro para los niños, una sonrisa apareció de pronto en su rostro al recordar el hermoso rostro de su esposa con su rostro inexpresivo pero tan expresivo a la vez, pero no sabía que se encontraría a una molestia tan pronto arruinando su ánimo apenas cambiante.

-¡Cariño! - exclamó contenta Sinb entrando a la habitación.

Moonbin solamente pudo ver como tenía el dichoso anillo en su dedo anular izquierdo, contrajo sus cejas en molestia y dijo con voz grave

-¿Por qué tienes ese anillo?

Al escuchar su tono de voz, SinB se paralizó inconscientemente en el mismo lugar, nunca le había hablado así.

-¿C-cariño?

-Quitatelo...

-¿Eh?

-¡He dicho que te lo quites maldición!

Ella no supo que estaba haciendo pero, sin siquiera ella intentar quitárselo, su cuerpo reaccionaba a la voz de él y se lo estaba quitando lentamente

-Aquí... - Moonbin extendió su mano.

SinB lo puso ahí temerosa, tan pronto como él obtuvo el anillo cerró su mano con fuerza, dejando ver las venas resaltadas en ella.

-Escúchame muy bien, Dongmin es la única esposa que tendré en toda mi vida, él es la madre de mi hijo, así que aprende tu lugar en esta casa ¿entiendes?

SinB no sabía porque estaba asintiendo con la cabeza, quería gritar, quería reclamarle, más no podía.

Después de que Bin se levantó de la cama, y fue a ducharse, fue que ella cayó de rodillas al piso y comenzó a llorar incontrolablemente.

Esa misma noche, Dongmin fue a su habitación y suspiró, sentía un gran nudo en su corazón, si seguía así, se enfermaria tarde o temprano.

Era un hecho que para un omega como él no era sano este tipo de trato. Nunca ha tenido una relación sexual y hasta ahora, aunque este casado, no ha sido marcado y tampoco ha marcado.

Las tasa de mortalidad de un omega sin pareja a una edad madura son muy altas. Al menos estará divorciado para entonces.

Dongmin sabía que él niño no era tonto, él le presta mucha preocupación y su cara a veces es triste cuando está con él, pero ¿qué puede hacer?

¿Tener un hijo? ¡Estaba muy viejo para eso!

¿Tener un alfa que lo marque? Estaba en contra de sus principios maritales, además que no puede amar a otra persona

Madre SustitutaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora