5. "¿Jugamos a la botella?"

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-Entonces dices que irás a casa de Marta a dormir porque mañana tenéis que presentar un trabajo de matemáticas. -Habló mi madre, entrecerrando los ojos mientras me observaba detenidamente, tratando de analizarme.


-Ajá. -Respondí, llevándome otro trozo de chocolate a la boca, para evitar que los nervios me delatasen.


No me gustaba mentirle a mi madre, pero seamos realistas; si le decía que iría a casa de un amigo, quien a su vez invitaría a más amigos, y que además nos quedaríamos a dormir todos juntos allí, no me dejaría jamás. Por eso, preferí decirle que me quedaría a dormir en casa de Marta, pues es la única chica con la que tengo ese nivel de confianza.


-Vale, pero mañana derechita a la universidad. -Me advirtió.- No quiero mentiras, eh.


Asentí con la cabeza, sintiendo cómo era golpeada por la culpa; conciencia, déjame en paz por esta noche, por favor.


(...)


-Chao, mami, te quiero; cuida de Darylcito. -Me despedí, apresurándome para pedir un taxi. Tenía que llegar a casa de Marta y cambiarme para la ocasión, ya que de mi casa había salido vestida como toda una niña buena.


Llegué a la puerta del apartamento de mi amiga; por suerte, Marta vivía sola. Sus padres le pagaban los estudios, ellos vivían en Córdoba.


-Hola, Ali. -Me saludó, sonriente.- ¿Qué le dijiste a tu mamá? -Preguntó, haciéndose a un lado para dejarme pasar.


-Trabajo de matemáticas. -Me encogí de hombros, dejando mi mochila en uno de sus sofás.


-¿Posta? -Ella emitió una sonora carcajada.


-No se me ocurrió otra cosa, es difícil mentirle a mi madre cuando te mira fijamente. Tú tienes mucha suerte de no tener que lidiar con eso.


Marta puso los ojos en blanco.


-Como sea. -Dijo, restándole importancia.- ¿A dónde pensás llevarme?


-A casa de un amigo mío, vamos a hacer una fiesta privada. -Sonreí, animada.


-Ok... Pero en realidad sí que tenemos deberes para mañana, y son de literatura, gil. No podemos reprobarla. -Me informó, mirando el horario.


-No hay nada que wikipedia no pueda resolver en segundos. -Le aseguré.- Ahora vamos a prepararnos, venga.


Marta asintió, haciéndome caso. Primero se duchó ella y después yo; para finalmente encontrarnos las dos en su habitación, con toallas enrolladas en nuestros cuerpos, para elegir la ropa que nos pondríamos.


-Me he traído unos pantalones cortos, y mis converses. -Dije, sacando la ropa de mi mochila.- No he querido traer más para no hacer sospechar a mi madre.

𝓛𝒂 𝓝𝒐𝒗𝒊𝒂 𝒅𝒆 𝒎𝒊 𝓜𝒆𝒋𝒐𝒓 𝓐𝒎𝒊𝒈𝒐 // 𝐋𝐈𝐓 𝐊𝐈𝐋𝐋𝐀𝐇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora