Demetri Volturi llevaba mucho tiempo en la guardia, demasiado. Su trabajo consistía en rastrear a los humanos o vampiros que fueran en contra de las leyes que se habían creado. Y era algo que hacía muy bien. De maravilla, y nunca había fallado. Y esta no fue la excepción. Pillar el tenor de la chica, que tenía que extraer de la mente de Alice Cullen, fue muy fácil. Tenía un tenor sabroso, no sé si esa palabra lo describe bien, e incluso si no hubiera tenido el tenor la hubiese podido rastrear fácilmente por su olor. Aquel olor que impregnaba la ropa de la chica Swan más joven. Estaba cerca y olía increíblemente bien. Un olor dulce, con un toque picante que inundaba su cerebro y lo atontaba, atrayéndolo como una sirena atraería a su marinero a la muerte. Y siguiendo ese olor fue que encontró a la chica. Recostada en un frondoso árbol mientras el sol se iba ocultando entre las nubes, rodeada de tumbas, en un cementerio abandonado de la mano de Dios.
La joven puede no saber nada, por los gritos angustiosos de su hermana. Que estuviera aquí es una nefasta casualidad. Pensó Demetri mientras preparaba el paraguas que había traído para que el sol no tocase su poca piel expuesta.
La chica ante él estaba tarareando una suave melodía mientras movía el pie con ritmo.
Y dudó, él nunca dudaba ¡Por Zeus, tenía más de mil años! No era un adolescente que dudara de sus capacidades... Pero su aroma lo estaba volviendo loco y tonto ¡Tonto!
Pero su aroma no lo incitaba a atacar, solo de pensarlo hacía que cayera en la locura. No, algo dentro de él estaba despertando un instinto protector que no sabía que tenía, y todo su ser se volcaba hacia ella. Hacía esa humana despreocupada sentada entre las raíces de un árbol.
Con un suspiro apenas audible y observando como el sol iba desapareciendo poco a poco entre nubes grisáceas -Probablemente llueva- Demetri se acercó hasta ella. Colocándose a la altura de sus pies y creó una sombra en su cuerpo que hizo que la chica abriese sus ojos para mirar hacía aquello que le creaba un obstáculo. Mirándose a los ojos por unos segundo hasta que Demetri habló, con voz muy suave.
-Tú debes de ser la hermana de Isabella Swan... acompáñame por favor...
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POV Odelle
- ¿Quién eres? – Este hombre había aparecido de la nada y me estaba preguntando por Bella... espera. - ¿Dónde está mi hermana? -Odelle por un momento sintió que el corazón se le había subido a la garganta, haciéndole difícil el respirar.
- Te llevaré con ella, no puedo darte más información. -Fue lo último que pronunció el chico antes de insistir con su mano de nuevo, para ayudarla a ponerse en pie.
Odelle hizo caso omiso y se levanto sin dejar de mirar al joven enfrente de ella. Se sentía extraña frente a este desconocido. Como si tuviera la necesidad de girar en su órbita. Confundida sacudió su cabeza mentalmente y le hizo un gesto al hombre para que la guiara. Él parecía algo decepcionado de no poder ¿tocarla? Y ella como pudo ignoró el sentimiento que eso le produjo. Y ambos empezaron a caminar por el cementerio hasta la salida.
Su cabeza latía con cada minuto que pasaba. Estaba abrumada por la situación y el desconocimiento de esta.
Odelle miraba la espalda del extraño que iba cubierto por un paraguas negro, y una especie de uniforme negro con gabardina negra. Viva el negro, pensó Odelle con ironía. Esto le confería un aire algo misterioso. Mientras se iban metiendo por calles estrechas y algunos callejones, él observaba varias veces sobre su hombro para comprobar que le seguía.
El cielo estaba nublado y empezaba a correr algo de viento. En algún punto, el joven desconocido, cerró el paraguas y Odelle lo observó un poco mejor, su cabello color arena y su piel algo olivácea. Definitivamente era apuesto y no pudo evitar la respuesta de su cuerpo cuando sintió a su corazón galopar con algo más de fuerza.
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𝒪𝒹𝑒𝓁𝓁𝑒 𝒮𝓌𝒶𝓃 - 𝒟𝑒𝓂𝑒𝓉𝓇𝒾 𝒱𝑜𝓁𝓉𝓊𝓇𝒾
Fanfic"𝐸𝓁 𝒶𝓂𝑜𝓇 𝑒𝓈 𝒾𝓇𝓇𝒶𝒸𝒾𝑜𝓃𝒶𝓁; 𝒸𝓊𝒶𝓃𝓉𝑜 𝓂𝒶́𝓈 𝓆𝓊𝒾𝑒𝓇𝑒𝓈 𝒶 𝒶𝓁𝑔𝓊𝒾𝑒𝓃, 𝓂𝑒𝓃𝑜𝓈 𝓁𝑜́𝑔𝒾𝒸𝒶 𝓉𝒾𝑒𝓃𝑒 𝓉𝑜𝒹𝑜" Odelle Swan se encontraba regresando al frío y recóndito Forks. Su hermana pequeña estaba pasando por una...