Amor De Medianoche [Lumity]

capítulo 10

-¿Qué me dices de esa? -preguntó Luz señalando una estrella.

Ambas estaban recostadas en la arena de la playa, cerca de una fogata, obteniendo el calor de esta y el calor de sus cuerpos abrazados.

Tenían suerte pues la playa estaba cerca de sus hogares.

-Esa se llama Derth y está a 13 años luz, así que la luz que ves ahora se creó cuando éramos muy pequeñas -contestó Amity.

Luz se quedó callada y bajó la mirada un poco pensativa y triste.

-¿Te pasa algo? -preguntó Amity.

-Él entrenador del otro instituto me llamó por teléfono- Amity la miró dejando que continuara -

-parece que un nadador fue transferido y... Tienen una vacante.

-Wow, que loco y... ¿Recuperarías tu lugar?

-En teoría, sí. Habrá un encuentro muy importante en un mes y me enviarán un entrenador para que me vea nadar, pero tendría que ponerme en forma para entonces, algo imposible, y tendría que nadar el mejor tiempo de mi vida para demostrar que estoy reabilitada pero...

-Creo que puedes hacerlo -dijo Amity mirándola fijamente a los ojos para después recostarse en su pecho.

Luz se sentía la chica más afortunada, estaba muy enamorada y no era la única. Amity jamás pensó en que terminaría siendo su novia, pero le encantaba ese término, aunque aún no le decía toda la verdad a Luz.

-Tengo motivos para quedarme aquí el año que entra -dijo Luz refiriéndose a Amity

Ella sólo la abrazó en respuesta.

-Amity quiero que tengamos una cita de verdad.

Ella la miró.

-De acuerdo, pero... Conocerás a mi papá ¿sí?

Luz se quedó asustada y sorprendida con su respuesta.

Ella sabía que llegaría el momento de conocer a su padre pero no se sentía lista, estaba muy nerviosa.

La noche siguiente Luz se encontraba en la sala de Amity mientras ella estaba cambiándose en su habitación.

Tenía a su padre en el mismo lugar y se sentía un ambiente muy incómodo.

-¿Por qué no te acercas un poco, Luana? -habló el hombre.

-M-me llamo Luz, señor.

-¡Luz! Claro, no tenía idea -sonrió sarcástico.

Luz obedeció y se sentó cerca del sofá donde se encontraba aquel hombre.

-¿Entonces te dicen Luz? ¿No Lu o Lucesita...

-No, no señor, sólo Luz -sonrió nerviosa.

-De acuerdo -suspiró Alador -¿Te han arrestado?

-No señor.

-Tu hora de llegada...

-La una.

-¿Y realmente a qué hora llegas?

-A-a las dos.

-No es la una de la mañana ¿verdad Luz?

-No, señor yo...

-Y tienes permiso hasta la una.

-Sí-respondía cada vez más nerviosa.

-Tranquila, no soy policía -sonrió y después le dio una mirada de desconfianza.

-Muy bien Luz, así es la cosa. Amity parece ser muy fuerte y lo es, sólo que ella está...

-Hola -saludó Amity llegando a la sala -¿De que están hablando?.

Luz iba a contestar pero Alador la interrumpió.

-De nada -contestó rápido el hombre-estábamos conociéndonos.

Luz no le dio importancia, pues tenía razón, o eso creía.

-Gracias por permitirme salir con ella, señor.

-Sí, no hay problema.

-No olvides tu guitarra -dijo la chica tomando la guitarra que estaba a su lado, ya lista en su estuche - yo la llevaré.

-Oigan, chicas, quiero una foto de esto-Alador se acercó a un mueble y tomó su cámara, después se acercó de nuevo a los chicas -Sonrían.

Luz abrazó a Amity de la cintura y ambas sonríeron para la foto.

-Esperen, no tan cerca, espacio para el espíritu santo por favor -dijo Alador al ver dicha acción y Luz pasó su brazo por el hombro de Amity -eso es -respondió satisfecho tomando aquella fotografía.

Al terminar ambas salieron para la estación del tren y se acercaron a Eda, la mujer de la taquilla.

Amity estaba confundida, la única que sabía a donde irían era Luz.

-Creo que estos son para ti-dijo sonriente Eda extendiendole unos boletos para el tren.

-¡Espera! -dijo Luz y en un movimiento rápido ella tomó los boletos tapando el nombre del destino que contenían.

-¿A dónde vamos? -preguntó Amity con intriga.

-Yo no sé nada -dijo Eda emocionada levantando las manos inocente.

Luz sólo miró pícara.

-Gracias, Eda-dijo Luz.