Caminaba por ese pasillo de lo que parecía un hospital sucio y apagado con rincones llenos de oscuridad y una sola luz a lo largo de todo el pasillo que funcionaba a duras penas y que parpadeaba como en las películas de terror, quizás sea un hospital de mala muerto o uno ilegal, como un mercado negro de órganos, bueno, es obvio que estoy en lugar así, basta con mirar a mis alrededores donde hay personas, quizás decirle personas es demasiado, son todos cáscaras vacías, demacrados y con la mirada perdida, es como si hubieran perdido algunos toda esperanza de sentir algo y otros la razón, entre más caminaba por eso pasillo más sentía que me parecía a ellos, me daba igual, solo quería alcanzar el final de la sala, avanzaba lento y agotado viviendo una guerra interna que me quitaba las ganas de avanzar, solo me impulsaba el hecho de que estaba cada vez más cerca de esa puerta, puerta que una vez en frente mío mostraba un cartel que decía
>>Prometemos desparecer su dolor<<
Cruce esa puerta consciente que una vez dentro no había vuelta atrás, eso era lo mejor de todo, que sabía que no volvería a seguir sufriendo. Al entrar había una persona con una bata de médico bastante cuidada como la sala que estaba impecable con una luz en el techo prácticamente segadora parecía más un salón de operaciones que una consulta. El hombre del cual no recuerdo la cara solo un rostro borroso, me pidió que me sentará con un tono inesperadamente amable, al sentarme frente con frente se quito los lentes y me pregunto sin más:
- Que prefieres? Que vienes a sacrificar?En que confías más? En tus sentimientos o en tu razón?
Con mi rostro inerte y inexpresivo empeze a lanzar palabras cansadas:
- Porque debería elegir? Esos dos llevan meses matándose entre ellos, uno me pido hacer una cosa, y el otro lo contradice, y entre los dos crean caos y discordia y ya han empezado a matarme a mí con su eterno drama, solo necesito quitármelos de encima antes de que me consuman o ellos o las drogas o el alcohol.Mi cara no cambió de expresión y él solamente dijo:
- De acuerdo, ahí vamos otra vez.
No lo comprendía pero una luz segadora poco a poco se torno tenue en segundos todo estaba a oscuras y perdí la conciencia, no se que tiempo pasó, ni lo que pasó, sencillamente estaba de nuevo en esa sala, solo me levanté y salí de ahí al pasillo en el cual me sente en el piso y encoji mis pies, no sentía nada, estaba vacío. Alzé la mirada y vi como pasaba otra pobre alma que me miró y yo solo podía verme a mi... todos a mi alrededor eran yo. En donde estoy?!...
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Cuentos Para Monstruos
Historia CortaSolo ideas que brotan de mi mente basadas en lo que me va pasando