𝐋𝐘𝐑𝐀 [Kol Mikaelson]

02

Lyra ya estaba en su casa esperando a que Davina y Kol llegasen. Pasaron los minutos y no llegaban. Cansada de esperar se levantó y se sacó una pulsera que se había puesto y cuando la estaba dejando en la mesa tocaron la puerta.

–pasa, esta abierto– avisó mientras levantaba la cabeza y miraba a esta encontrándose con el castaño apoyado en el marco de la puerta –todo bien con tu familia?– se acercó un poco

–claro que no– le sonrió

–no te necesitan?– preguntó curiosa –y Davina?–

–desesperadamente, pero por el momento estarán bien– se empezó a acercar –y Davina prefirió quedarse en su casa y se lo agradezco, porque prefiero estar aquí contigo– paró frente a ella mirándola

–por que prefieres estar con una desconocida que con tu mejor amiga?– lo miró a los ojos

–no eres una desconocida para mi, eres todo para mi, aunque nos hayamos conocido hace unas horas– le explicó –quiero que me conozcas bien y si me lo permites quiero conocerte–

–me encantaria conocerte y con el tiempo me conocerás a mi– susurró sin dejar de mirarlo

–bien, pero eso lo dejaremos para mañana, ahora vamos a disfrutar, como si nos conocieramos de toda la vida– se acercó a un tocadiscos que había en la habitación y puso algo de música

Lyra chasqueo los dedos y la música que antes se escuchaba mal se empezó a escuchar mejor. Kol la miro con una sonrisa y se acercó a ella.

–me lo enseño Davina– comentó

–y a Davina se lo enseñe yo– agarro sus manos –y debo admitir que extrañare la magia– colocó las manos de la castaña en su nuca –pero esta noche estoy feliz de estar devuelta- apoyó su frente con la de ella y empezaron a moverse con unas sonrisas

–puedes controlarlo? El hambre?– preguntó separandose un poco sin dejar de mirarlo –Davina me comentó un poco de tí–

–claro que la controlo– asintió –y no era la magia lo que me hacía mejor, fue Davina, ella me ayudaba y me apoyaba en todo, le debo mi vida– la castaña sonrió

–es una gran amiga ella, nos ayudó a ambos, a ti a controlarte y a mí con la magia, ambos le debemos la vida– sonrió –y en cuanto a la magia– bajó sus manos a la camisa del chico y haciéndole caso a lo que dijo su amiga empezó a desabotonarla –si alguna vez tienes algún deseo– lo miró –hay otras maneras– al ver que sonreía siguió con lo que estaba haciendo –no necesitas hacer magia para sentirlo– le sacó la camisa y luego se alejó un poco mientras sonreia

Sin apartar su vista de los ojos del castaño bajo la cremallera del vestido y se lo sacó quedando en ropa interior frente a él.

–Lyra Cullen, lo mejor de estar vivo eres tú ahora– comentó admirandola, esta se acercó y lo beso dejando sus manos en la nuca de este y él dejó las suyas en su cintura atrayendola más

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La castaña sintió unas leves caricias en su brazo pero no se movió, sonrió un poquito al recordar lo que pasó hace unas horas y como la trato y cuido Kol en todo momento, como si la fuera a romper.

Por otro lado Kol estaba admirandola mientras dormía con una mini sonrisa. Mientras la miraba solo podía pensar en lo feliz que estaba al encontrar a su compañera y que esta no lo rechazara por lo que era o fue.

Dejó un beso suave en su hombro para luego levantarse y acercarse a su pantalón de donde sacó una bolsa de sangre vacía, trato de sacar algo pero ya no quedaba nada. Miró a la castaña por unos segundos y al ver que seguía acostada descansando se cambió rápidamente y antes de irse se acercó dejando un beso en su frente para luego irse, no sin antes dejarle una nota de porque se había ido.

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La Cullen cuando se levantó se encontró con que estaba sola, suspiro y agarro su celular, el cual no agarraba desde que llegó a la ciudad, al prenderlo vio todas las llamadas pérdidas y mensajes de su familia. Lo primero que hizo al ver eso fue llamar a su hermana Rosalie que no tardó en contestar.

–¡alfin! Estas bien? Dónde estas? Por qué no nos dijiste que te ibas? ¡Jasper ven!–

–lo siento, no quería preocuparlos devuelta– murmuró –estoy bien, tranquila–

–dónde estas?– preguntó el rubio

–en Nueva Orleans pero no se lo digan a nadie, no quiero que lo sepan– se levantó de la cama y agarro una remera para luego ponersela –tampoco quiero verlos, excepto ustedes dos y Emmett, a él lo acepto, no lo sabía tampoco y no me obligó a nada–

–como? Quien te obligó a que?–

–no lo sabían? Mamá y papá me obligaron a llevarme bien con Martina– explicó –esa es una de las cosas por la cual no salía del cuarto–

–no me hables de la humana, ya trajo problemas en la familia– hablo Rosalie enojada

–no puedo creer que Carlisle y Esme te dijeran eso–

–yo tampoco lo podía creer–

–y ahora como estas? No hablemos de la familia–

–estoy bien, tengo a Davina aquí, no estoy sola– sonrió

–pasó algo más?– pregunto curiosa la rubia –no creo que desde que llegaste no hayas hecho nada–

–bueno– se puso nerviosa –digamos que, anoche estuve con alguien–

–no puede ser–

–con quien?–

–no les voy a decir con quien–

–aburrida–

–lo importante es que estas bien ahí y sabemos que no vas a estar sola, ahora te tenemos que dejar, los demás están por llegar y al rato Edward iba a traer a Marti para presentarla– comentó Jasper

–ahg– se quejó Rose –se puso de novio con ella, es un estupido–

–tranquilos, si les molesta háganlo notar, no se guarden nada– habló –ahora me tengo que ir, me iba a juntar con Davina–

–iremos a verte cuando podamos, si? Mandale saludos a la bruja–

–nos vemos Ly– cortaron