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Era un día nuevo. Un híbrido se encontraba despertando gracias a las lamidas que se hacían presentes en su rostro, despertandolo de su acogedor sueño. Abrió los ojos, encontrándose a una perrita, su mascota llamada Almeja, un nombre "decente" que se le ocurrió.

Meji, como solía decirle Quackity; es una perrita Pastora Alemán, la había encontrado debajo de una caja de cartón en un aguacero* apenas siendo una bebé, como el azabache tenía corazón de pollo (irónico siendo un híbrido pato), no la iba a dejar ahí, refugiándola en su hogar. Para la mala suerte del azabache, se encariño con la cachorra y no la pudo dejar en adopción en una veterinaria.

Era hora de sacar a pasear a Meji, no sin antes darle de desayunar a ella y a si mismo. Le sirvió en su plato, croquetas y un poco de comida que se había preparado el día anterior para que no se desperdiciara, también le cambió el agua y le sirvió nueva. Mientras su mascota comía, el se preparaba un desayuno sencillo. Al terminar, dejó sus platos en el lavadero, después los iba a lavar.

Se puso su típico suéter azul, y gorro, aun con su pantalón de pijamada, agarrando la correa colgada al lado de la puerta, llamando a Meji que al parecer estaba jugando con uno de sus tantos juguetes que le compraba el de ojos oscuros.

–¡Apurale, Meji! Si no ya no vamos a salir a ningún lado. – Alzó un poco la voz, eso era más que mentira, pero sólo lo decía para que Meji se apurara.

Rápidamente la canina corrió a brazos de su dueño, moviendo la colita bastante emocionada, esperando a que el mexicano le colocará la correa.

Ya puesta la correa, salieron de su hogar, hacia las calles de España, Madrid.

Ya puesta la correa, salieron de su hogar, hacia las calles de España, Madrid

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"Como extrañaba el aire fresco", eso pensaba un castaño, paseando a su husky. Se había enfermado de gripe y no pudo salir de casa al menos una semana, obviamente no descuido a su perrita, Duki, dejándola a cargo de uno de sus amigos.

Destinos Cruzados (Cancelada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora