Giro

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Wakasa fue bajando lentamente por su miembro, acostumbrándose a su tamaño. Siseando con una pequeña sonrisa lasciva en su rostro. Shinichiro apretó sus dedos en los blancos muslos del omega comenzando a marcar el ritmo del vaivén. Amaba cuando Waka tomaba la iniciativa.

-No seas...tan brusco -se quejó cuando las manos del alfa agarró firme su cintura.

Wakasa gruñó golpeando el pecho de Shinichiro con su puño. Takemichi los volvía a interrumpir dando golpecitos a su puerta. El omega mayor se levantó poniéndose una de las grandes camisetas del alfa para cubrirse, yendo a abrir la puerta.

-Espero que sea importante... Estaba cogie...do- Wakasa se giró sobre sus talones y corrió hasta su armario -¡Levántate, imbécil! ¡Rompió bolsa!

Shinichiro se vistió rápidamente bajo las mantas y se asomó a mirar por la puerta. Takemichi estaba parado con una expresión avergonzada, completamente inmóvil parado sobre lo que parecía ser un charco de agua.

-Me sentía extraño...y cuando llegué hasta aquí comenzó a salir sin control -dijo sintiéndose horriblemente incómodo y avergonzado.

Corrieron hasta el viejo automóvil que Wakasa guardaba en su cochera, ayudando a subir al omega menor con mucho cuidado en los asientos traseros.

-¿Cómo te sientes? -preguntó Shinichiro encendiendo el automóvil.

Wakasa lo golpeó en la cabeza diciéndole que dejara de preguntar estupideces y que les llevara pronto a un hospital.

Takemichi le parecía extraño el hecho de que no sintiera nada más que incomodidad. Sabía que después de romper bolsa las contracciones serían muy dolorosas, pero ¿Por qué él no las sentía?

El omega fue ingresado de urgencias al quirófano en cuanto llegaron al hospital más cercano. Shinichiro mintió sobre la identidad de Takemichi por su seguridad.

El parto fue una experiencia única no sólo para Takemichi, sino también para Shinichiro y Wakasa a quienes se les permitió ingresar a la sala de cirugías para presenciar la llegada de un pequeño milagro.

-Es calvo -dijo Wakasa viendo al bebé en los brazos de Takemichi -Y chiquito... Demasiado pequeño.

-Si tiene cabello, es sólo que tiene poco -comentó Shinichiro mirando al omega con su cachorro.

Takemichi estaba en su propio mundo. En su cachorro podía ver muchos rasgos de Manjiro. Se preguntaba si sus ojos serían iguales a los del alfa.

-Se acaba de cumplir uno de tus sueños -dijo llevando la mano a su nuca.

El bebé fue quitado de los brazos de Takemichi y la pareja fue sacada del quirófano en cuanto uno de los cirujanos indicó que no podía contener un sangrado en el abdomen del chico. Takemichi tenía una hemorragia interna que no podían contener.






Creyeron que pasó una eternidad hasta que tuvieron novedades del pelinegro. Después de un arduo trabajo habían logrado encontrar la fuente del sangrado y detenerlo justo a tiempo.

-Si nos hubiésemos demorado un minuto más, es muy probable que ese muchacho hubiese fallecido en la mesa de cirugía -comentó el hombre cano con expresión cansada -Ahora descansa en la sala de recuperación hasta que la anestesia pase y pueda ser trasladado a su habitación, si es que si estado no empeora.

Shinichiro agradeció el gran trabajo del hombre para salvarle la vida a Takemichi. Wakasa sonreía casi imperceptible hasta que alguien llamó su atención a la distancia.

-No puede ser -susurró viendo a Manjiro caminar hacia uno de los pasillos hasta desaparecer de su vista.

Shinichiro y Wakasa fueron tras de él corriendo, y le encontraron parado frente a un gran vidrio que lo separaba de la sala donde los recién nacidos dormían.

-¿Cuál es mi cachorro? -preguntó sin apartar la vista de los bebés hasta que su mirada quedó en uno que sostenía una enfermera -Ese de ahí se parece a Takemitchi...

Wakasa detuvo a Shinichiro de acercarse a su hermano al ver que sostenía una arma en una de sus manos.

-¿Todo este tiempo estuvo con ustedes? -preguntó sin apartar la mirada del bebé en los brazos de una asustada enfermera, que se percató también del arma cuando Manjiro levantó su mano y apuntó en dirección a la pareja -¿Debería dejarlos vivir por ocultarme que Takemitchi no estaba muerto?

-No cometas una locura -decía Shinichiro con las manos en alto -Si lo dejábamos contigo de nuevo, él si hubiera muerto...

-¿Y qué hay del bebé? -preguntó dirigiendo su atención a su hermano -¿En verdad ese niño de ahí es mi hijo?

El mayor dió un salto debido al disparo que Manjiro efectuó a sus pies. Ni siquiera le había dado el tiempo de responder.

-Me parece gracioso el hecho de que Takemitchi haya tenido un bebé, siendo que no me acosté con él mientras estuvo bajo mi cuidado -comentó sin bajar el arma -Ese niño no es mi hijo... Creo que se parece más a ti, que a mí, hermano.

Wakasa negó lo que decía de inmediato, pues según sus cálculos Takemichi ya había llegado embarazo a su hogar. Manjiro comenzó a reír fuerte antes de dispararle a Shinichiro en un hombro.

-Ese bastardo de ahí nació antes de tiempo -dijo entre carcajadas fingidas -Conveniente ¿No?

El omega miró a Shinichiro que sostenía su hombro para evitar que la sangre brotara más lento. La expresión del alfa confirmaba lo que Manjiro estaba diciendo. Lo confrontó luego de darle una buena patada en el estómago, preguntando cuando había ocurrido.

-Olvidé darle sus supresores de celo...al mes que llegó con nosotros -dijo entre quejidos -Y tú estabas de viaje... Lo siento mucho.

Wakasa no podía creerlo. Por eso el alfa se negaba rotundamente a ceder a su petición de tener un cachorro, y por eso solía actuar tan atento con el chico pelinegro. Las señales siempre estuvieron ahí.

De la rabia que sentía, volvió a patear el abdomen del alfa antes de decirle que se fuera al demonio y retirarse del hospital. Lo que allí sucediera ya no era de su incumbencia.

Shinichiro veía a su hermano menor aún apuntándole con el arma.

-Si vas a matarme, hazlo ahora -dijo con una pequeña sonrisa -Ya no tengo nada más que perder.

-¿Qué hay de tu hijo? -preguntó Manjiro indicándole a las personas a su alrededor alejarse de allí.

-¿No ves la cantidad de sangre que he perdido? Moriré de todas formas, Takemichi probablemente también...y tú serás arrestado... No veo un futuro brillante para él...

Manjiro disparó dos veces directo a su pecho. Shinichiro sonrió a pesar de todo. La policía no tardó en rodear al alfa para luego someterlo en el suelo para poder arrestarlo. Mikey no puso resistencia. Antes de ser sacado de allí vio al pequeño bebé que lloraba en los brazos de la enfermera quien había dado la alerta.

-Tampoco veo un futuro brillante en él -susurró con una pequeña sonrisa.

-Tampoco veo un futuro brillante en él -susurró con una pequeña sonrisa

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¿Bajo control? [Tokyo Revengers] [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora