RECUERDO [Kookgi]

3. Invisible

Otro día empezaba, YoonGi se despertó y sintió la cama vacía, se puso una bata y bajo a la cocina donde encontró una nota en la mesa junto a un desayuno.

"Tuve que ir temprano a la empresa, te dejé el desayuno listo"

     Jungkook

YoonGi se encontraba contento con aquel detalle, se sentía feliz hoy era su día libre y comenzó a desayunar, planeaba llevarle el almuerzo a su marido a la empresa.

Las horas pasaban y preparo un delicioso almuerzo, una vez listo todo fue en su auto hacia la empresa de su marido, bajo de este y entro.

Los empleados lo saludaban cordialmente, sabían que era el esposo de su jefe y una vez entro a la oficina de Jungkook sonrió al ver a este un poco desconcertado.

— Y-YoonGi, ¿Qué te trae por aquí?. — Pronunció el pelinegro levantándose de su asiento y acercándose a su esposo el cual sonreirá y le mostró la comida que trajo

— Te traje el almuerzo Kook, almorcemos juntos. — Dijo YoonGi acomodando las cosas.

Su marido asintió y comenzaron a almorzar, todo iba bien hasta que los ojos del pequeño rubio enfocaron aquellas fotografías en el escritorio de su marido, unas fotos de su difunto amigo adornaban el escritorio, no había ninguna suya.

Jungkook comía en silencio sin darse cuenta de cómo los ojos de su esposo comenzaban a apagarse, una vez acabo YoonGi tomo sus cosas y se despidió para volver a casa.

YoonGi al volver a casa no hizo más que llorar, frustrado de que su marido no lo noté, lanzó los jarrones de cristal que decoraban la sala y la pequeña mesa de vidrio en medio de está, estaba harto se pasaba cada día siendo el esposo perfecto y aún así no era correspondido se preguntaba porque entonces Jungkook le había pedido matrimonio, se sentía solo un reemplazo siempre detrás de la sombra de Jimin como lo era en el colegio.

Jungkook entro a su casa, encontrado un desastre en la sala de estar junto al cuerpo de su esposo de rodillas y soltando un llanto.

— ¿Qué pasó aquí? ¿Te encuentras bien YoonGi? — Pregunto acercándose y intentando levantar al rubio, pero este se rehusó y lo encaró.

— ¿Cómo me encuentro? ¿Cómo quieres que me encuentre? Me siento un estúpido, un ser invisible en esta casa, mi marido me pone como una sombra de su difunto esposo. — Soltó con dolor mirando al pelinegro. — Estoy harto Jungkook, harto de ser la sombra de Jimin, el murió también me dolió su muerte pero sé que a él no le gustaría que siga viviendo en su recuerdo.

— YoonGi, yo lo siento pero debes entender que esto es difícil para mí... — Quiso seguir pero fue interrumpido.

— ¿Qué hay de mi? Si hubiese sabido que en estos 3 años esto iba a ser así nunca hubiera aceptado casarme contigo Jungkook, estos años son un infierno para mi, nunca estás en casa o si estás solo estás mirando aquella fotografía o solo te acuestas conmigo por compromiso y es difícil porque las veces que tenemos sexo al dormir siempre murmuras su nombre.

Finalmente el rubio volvió a romper en llanto, alejando al pelinegro que intentaba abrazarlo, ya no podía más ya no aguantaba vivir bajo el recuerdo de un muerto, su marido no hacía más que humillarlo.