Capítulo 1

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Lena tuvo que admitir que prefería hacer esto que sentarse detrás de su escritorio en L Corp. Podía hacer fácilmente la mayor parte del trabajo en su portátil fuera de la oficina, y sólo volvía cuando una reunión importante exigía su presencia. Hoy en día, la mayoría de las reuniones se celebran por Skype. A lo que más se dedicaba era a ayudar a la DEO. Bueno, era más bien por su deseo de ayudar a Kara. Después de la debacle con su madre, y una vez que Lillian había sido capturada y encerrada muy lejos con Lex, Kara había decidido confiar en ella lo suficiente como para hacerle partícipe de su secreto.

Sinceramente, Lena se había avergonzado de sí misma por no haberlo adivinado ya. Pero al menos eso explicaba su insaciable atracción tanto por Supergirl como por Kara. Era un alivio para ella que simplemente fueran la misma persona. Todavía recordaba el día en que Kara se lo había contado. Pensar en ello nunca dejaba de dibujar una sonrisa en su rostro.

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Lena estaba en su escritorio, con una mano revolviendo su cabello mientras fruncía el ceño ante una pila de papeles. Hizo girar el bolígrafo entre sus dedos y se mordió el labio con fuerza. Tenía las piernas y el culo entumecidos de tanto estar sentada, y todo un día de tensas reuniones le había dejado el cuello y los hombros adoloridos. Lo único que deseaba era ir a casa y hundirse en su enorme bañera, sumergirse en agua caliente y burbujas con una copa de vino tinto en la mano.

Lena se animó al oír el familiar sonido de Supergirl golpeando la puerta de cristal. Siempre aterrizaba con tanta suavidad, pero golpeaba el cristal como si estuviera totalmente aterrada de romperlo. Lena sabía que Supergirl podía hacerlo fácilmente. No sabía exactamente cómo había llegado a reconocer la forma en que Supergirl llamaba a la puerta, pero lo había hecho, así que se dio la vuelta en su asiento y sonrió alegremente ante la mirada expectante de Supergirl. Se levantó y la hizo pasar rápidamente al interior.

"Supergirl, esto es toda una sorpresa".

Supergirl respiró profundamente, hinchando las mejillas. Cuando exhaló, Lena tuvo la sensación de que la heroína estaba nerviosa por algo. "Espero no interrumpir nada", dijo Supergirl.

Lena se apoyó en su escritorio y cruzó los brazos sobre el pecho. "En absoluto. ¿Va todo bien?"

Supergirl juntó las manos y se alejó, girándose para que Lena sólo pudiera ver su espalda. Lena no desaprovechó la oportunidad de mirar los musculosos hombros de Supergirl. Se imaginó aferrándose a ellos y se estremeció.

"Todo está bien", prometió Supergirl. "Sólo he venido a hablar contigo".

Lena frunció el ceño. "¿Está mi vida en peligro o estoy bajo sospecha otra vez?".

Supergirl se giró rápidamente, dejando caer los brazos de sus caderas, con los ojos muy abiertos. "¿Qué? No. No es nada de eso. En realidad, es...", miró a un lado, haciendo una mueca de dolor. Parecía muy nerviosa. Lena se quedó muda ante el hecho de que Supergirl pudiera sentirse nerviosa. Algo debía de ir realmente mal para que pareciera tan angustiada. "He venido por un asunto personal. Entre tú y yo".

Bueno, eso... Lena tragó saliva. Su boca estaba repentinamente seca. "Espero no haberte ofendido sin saberlo", bromeó sin aliento, aterrada. "Los Luthor somos bastante conocidos por despreciar a un Súper".

Supergirl esbozó una sonrisa de dolor, pero negó con la cabeza. "No es nada de eso, Lena".

Lena se estremeció. Supergirl casi nunca decía su nombre y cuando "Lena" salía de sus labios en lugar de "Sra. Luthor", eso hacía mella en las hormonas de Lena. A veces se imaginaba a Supergirl jadeando su nombre en su oído, o contra su boca, o entre sus piernas. Se aclaró la garganta con fuerza y cruzó las piernas, sin saber si Supergirl sería capaz de percibir que estaba menos seca.

Restricción (SuperCorp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora