Restricción (SuperCorp)

Capítulo 4

Parecía que Kara tenía mil cosas que quería decir. Sus ojos azules brillaron y su mano se crispó, pero antes de que pudiera dar ese paso adelante la puerta de la sala de entrenamiento se abrió y un agente asomó la cabeza dentro.

"La agente Danvers te llama en la sala de descanso, Supergirl", dijo nervioso, con los ojos desviados hacia el suelo. "Junto con tu invitado".

Lena quería lanzar al hombre por la ventana más cercana. Él pareció percibir su enfado, porque levantó la vista, captó su mirada y cerró rápidamente la puerta con un suave clic. Lena escuchó sus pasos apresurados mientras desaparecían por el pasillo. Todavía podía oír los frenéticos latidos del corazón de Kara, así que tomó suavemente la mano de Kara y la apretó.

"Siento haberme expresado mal", dijo. "Sólo quiero que sepas que cuando lo necesites, no me quebraré. Lo que sea que necesites".

Un abrazo, un apretón de manos, un choque de manos, un polvo. Esa última parte hizo que el estómago de Lena se llenara de mariposas. Kara pareció pensar lo mismo, porque su cara se tiñó de un rojo intenso y casi se tropezó con su capa. Lena se lanzó hacia delante para atraparla, pero Kara se estabilizó y esbozó una pequeña sonrisa.

"Lo siento".

Lena levantó una ceja. "No pensé que Supergirl pudiera ser torpe".

Kara se llevó la mano a la sien, cerró los ojos un segundo con un suspiro y luego la dejó caer. "Sí, bueno... eh, no pensé que pudieras levantar tanto". Se dio la vuelta y se dirigió a la puerta, Lena justo detrás de ella.

"¿Por qué, te asusta? O..." Sonrió diabólicamente para sí misma. "¿Te excita?"

Kara arrancó la puerta de sus bisagras de un solo movimiento. Gimió horrorizada y dejó la puerta en el suelo. "¡Lena!" Se giró, con los ojos muy abiertos. "Yo no... quiero decir... yo no..."

"No pasa nada". Presionó con las yemas de los dedos el símbolo del traje de Kara y empujó muy suavemente. Kara tropezó con la pared, con las mejillas rosadas y los labios entreabiertos. "Les diré que estaba demasiada ansiosa y que he arrancado la puerta". Guiñó un ojo. "Y que acabas de salir a correr, con la cara tan sonrojada".

Kara no fue capaz de apartarse de la pared tan fácilmente, ya que Lena la sujetó allí. Cualquier otro humano no habría tenido ese poder, pero Lena ya no era una humana cualquiera. Kara tragó con dureza y Lena observó cómo trabajaban los músculos de su garganta, decidiendo que estaba definitivamente excitada. De alguna manera, Kara consiguió oscurecerse aún más por la vergüenza, así que Lena cedió y se apartó de ella. Captó la larga exhalación que soltó Kara.

"¿Nos vamos?"

Kara se aclaró la garganta y asintió, el pelo rubio casi la azotó en la cara. "¡Muy bien! Dios, yo... probablemente deberíamos antes de que Alex se enfade aún más de lo que está".

O que tú te pongas aún más nerviosa, pensó Lena con una sonrisa de satisfacción. Siguió a Kara fuera de la sala de entrenamiento y atravesó el DEO hasta llegar a la sala de descanso, sorprendiéndose al verla llena de agentes disfrutando de sencillas comidas. Alex también estaba en una mesa, pero no estaba sentada y, por el ceño fruncido y la fina línea de sus labios, pudo ver que Alex no estaba contenta por el tiempo que había esperado.

"¿Por qué han tardado tanto?" preguntó Alex, sin esperar a que estuvieran cerca. Sabía que podían oírla fácilmente, y por supuesto lo hacían.

"¡N-nada!" Kara se apresuró, agitando las manos. "Solo estábamos... solo entrenando".

Alex envió una mirada a Lena. "¿Qué le has hecho a mi hermana?".

Lena se rió. "No hice nada malo, te lo aseguro. Kara no puede soportar un poco de coqueteo sin volverse un desastre".