La Historia Que Nunca Se Contó

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Tres años antes.

Esa tarde Boruto se encontraba en la pista de hielo patinando, practicaba un paso de la coreografía que había creado y que aún se le dificultaba hacer a la perfección. Desde muy pequeño el rubio había descubierto su amor por el patinaje. Fue una vez que vio a su madre en una competencia, la manera en que se veía, como hacía aquellos pasos tan complicados, todo era increíble, había sido imposible no enamorarse de ese deporte. Así que apenas cumplió los nueve años comenzó a practicarlo, cada día después de sus clases iba a la pista en compañía de Sasuke para practicar y así también le ayudaba algunas veces.
Por ahora no era tan bueno como el omega azabache, pero no perdía fe en que algún día sería tan o mejor que él, así lo había decidido y no pararía hasta lograrlo.

- Boruto, es hora de irnos- lo llamo el omega desde las bancas- Pronto llegará papá y debemos estar ahí para recibirlo.

Patino hasta la salida y tomo asiento en las gradas, se sacó los patines y las cambio por sus zapatillas deportivas.

- Creí que volvería mañana.

- ¿No estás feliz?

- ¡Si!- se apresuró a decir. Su cara tomo un ligero tinte rosa que hizo reír al azabache.

- Vamos.

De camino a su hogar todo fue silencioso, su madre era una persona un poco callada que solo decía lo necesario en el momento justo, aunque eso no lo hacía menos cariñoso. Por otro lado papá sí era más amoroso, sobre todo con Sasuke, muchas veces había tenido que ser espectador de su amor, un par de traumas que jamás olvidaría y lo acompañarían hasta su muerte.

Salieron del coche una vez llegado a casa y entraron, todo el lugar estaba cálido gracias a la calefacción y se escuchaban varias voces desde la sala.

- Estamos en casa ¿Menma?- pregunto Sasuke quitándose su abrigo y zapatos.

- Hola- apareció el nombrado en la entrada- Invite a algunos amigos de la universidad, espero no te moleste.

- ¿Tan pronto ya tienes amigos?- se sorprendió- Apenas es tu segundo día, pero me alegro mucho y no, no me molesta.

Los tres caminaron de vuelta a la sala para saludar y presentarse.

- Chicos, ellos son mi hermano pequeño y mamá- dijo Menma hacía los tres chicos presentes.

Boruto los analizó a cada uno, todos eran de la misma edad de su hermano y se veían buenas personas, aunque él era muy tímido para socializar así que solo dijo un hola sin atreverse a expresar más.

Sin embargo eso no detuvo su curiosidad en uno de ellos, tenía el cabello rubio con negro y un estilo increíble, con un piercing en la ceja y unos enigmáticos ojos grises. Todo su cuerpo tembló cuando sus miradas se encontraron y sintió nervios.

- ¿Se quedan a cenar? Naruto llega hoy, sería bueno que también los conozca.

- Si, no veo problema- dijo Menma feliz.

- Yo voy a mi habitación- aviso el rubio con sus patines en mano y alejándose lo más rápido que sus piernas le permitían.

Era un alivio que no tuviera feromonas o de lo contrario quedaría en evidencia.

Colgó sus patines y mochila y se cambió de ropa por unas de estar en casa. Estuvo en su cuarto por un buen rato, más o menos una hora y solo bajo cuando Sasuke lo llamo para cenar. Volvió a encontrarse con los amigos de su hermano en el comedor, en donde todos se disponían para la comida.

Cuando todos tomaron asiento en la mesa los nervios le hacían actuar con rigidez y torpeza.

- Naruto llamo, no podrá llegar hoy ya que hay una tormenta en Toronto- comento Sasuke- Aplazaron su vuelo para mañana a primera hora.

𝐂𝐫𝐢𝐦𝐞𝐧𝐞𝐬 [𝐎𝐦𝐞𝐠𝐚𝐯𝐞𝐫𝐬𝐞] ©Where stories live. Discover now