— Te ves horrible, hombre —Changbin había dicho burlesco apenas abrió la puerta de su departamento.
Minho le envió una mirada de muerte antes de empujarle con su hombro para hacerle a un lado, entrando como si fuese su propia casa. Caminando por los pasillos con las manos escondidas en los bolsillos de su enorme sudadera, escuchándole cerrar la puerta y sus pasos seguirle.
Al llegar al salón principal se detuvo a penas vio el desastre que había; los cojines del sofá tirados por el suelo, la televisión encendida, una caja de pizza vacía llena de salsa y migajas, y lo mejor de todo, aquel bóxer azul bebé tirado sobre el televisor.
— Woah, Lix y tú tuvieron una noche loca —se burló mirándole de manera sugerente mientras se detenía frente al sofá—. ¿Follaron aquí?
— Bueno...
— Sólo dime dónde no sentarme —le miró con una ceja alzada caminando hacia el sofá individual, sentándose sin dejar de mirarle.
Changbin sonrió apenado apuntando el sofá individual con las mejillas coloreándose de a poco, Minho entendió de inmediato y se levantó de un salto soltando un quejido asqueado.
— ¿Dónde sí puedo sentarme?
— Bueno... —miró el salón entero antes de sonreír con inocencia— Aquí no.
Minho formó una mueca con sus labios.— Maldito bastardo asqueroso —golpeó su brazo burlesco—. Sí que se divirtieron anoche.
Changbin estaba por responder, pero una dulce y gruesa voz venir desde la cocina les interrumpió. Pues un chico entraba al salón principal con un plato lleno de galletas recién horneadas, deteniéndose al ver a los dos muchachos mirándole con las cejas alzadas.
El pecoso chico frunció el ceño y bajó la mirada hacia su cuerpo, notando que sólo se encontraba con una enorme camiseta de Changbin cubriendo apenas sus muslos.
— Yo... no tengo ninguna excusa —había dicho encogiéndose de hombros y caminando despreocupado para dejar las galletas en la mesita de centro, acercándose para abrazar a su novio y dejando un besito en su mentón antes de mirar a Minho—. Hola, Minho.
— Minho-hyung —corrigió agachándose para tomar una galleta y llevarla a su boca.
— Podrás ser mi hyung, pero sabes que no te diré así.
— Mocowso irrewspetuwso —pronunció con la boca llena.
Changbin rió en voz baja dejando un beso en la frente del chico para dar un paso al frente y cubrirlo con su cuerpo, mirando a Minho con una pequeña sonrisa. El australiano abrazó su torso por detrás y apoyó la cabeza en su hombro para mirar a Minho.
— Oye, bonito, ve a vestirte, ¿sí? —le dijo Seo dulcemente, a lo que este asintió para darse vuelta y caminar a pasos rápidos, perdiéndose en la primera habitación del pasillo.
Minho le miró irse antes de regresar a Changbin, quien miraba el mismo camino por donde se había ido mordiéndose el labio inferior.
— Enfermo —golpeó su pecho sacándole un respingo sorprendido—. Le mirabas las piernas conmigo aquí.
Changbin se encogió, sonrojándose avergonzado.
¡ ☁︎ !
— Entonces... déjame ver si entiendo —Changbin cruzó los brazos sobre la mesa de la cocina mirándole con los ojos achicados—; Jeonginnie te ha dejado caliente dos veces y en esas dos veces ha cortado el rollo en pleno toqueteo.
Minho asintió sin prestarle mucha atención, demasiado concentrado en comer las deliciosas galletas con chispas de chocolate que el novio de Changbin había preparado. Joder, el chico era realmente un dios de la cocina.
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── you'll be mine !
Randommin + jeong / jeong + ho ⚝ mudarse juntos parecía ser una gran idea, eso hasta que de pronto las cosas se tornaron... comprometedoras. jeongin no quería ser el pasivo. minho se rehusaba a dejarle ser activo. ambos querían ser activos. así que crearo...