¡ O6 ⚝ son ambos o ninguno !

471 53 6
                                    

Hyunjin vio el momento exacto en que los ojitos felinos de su menor brillaron de anticipación al ver la bandeja de comida chatarra que llevaba en manos, acercándose a la mesa del McDonald's dónde habían ido a festejar la victoria del equipo de Seungmin.

El beisbolista estaba a un lado del omega, sonriendo con adoración cuando Jeongin se apresuró en sostener una de las hamburguesas para darle una enorme mordida hambrienta que logró mover los ingredientes y manchar su mentón con kétchup.

— Jeonginnie ten cuidado, esa camiseta es bonita —el alfa menor le riñó risueño, agarrando una de las servilletas de los servilleteros metálicos para limpiarle el desastre, con Jeongin dejándose sin quejarse, sólo concentrándose en comer.

— Come despacio, vas a ahogarte, In.

— Tengo mucha hambre —el omega habló con la boca llena, tragando para después abusar del refresco que le pasó Seungmin, soltando un suspiro satisfecho—. No había comido nada desde que salí de clases para venir a celebrar.

— A veces me sorprende verte comiendo así —Hyunjin murmuró con ojos divertidos, observando la manera en que el menor devoraba esa hamburguesa grande como si nada, para luego irse por sus papas fritas en el envase rojo, las cuales llenó de kétchup. Y Seungmin en cambio resopló cuando volvió a mancharse, sólo limitándose a limpiarlo de nuevo, colocando esa vez una servilleta en su cuello para no ensuciar su ropa.

Jeongin se sintió un poquito avergonzado por ello, pero en vez de quejarse se dedicó a seguir comiendo bajo la mirada de sus alfas que también se habían unido a comer con él para no dejarlo solo. Y es que en verdad no había mentido; no probó ni un solo bocado de comida, ni siquiera cuando Felix le ofreció almorzar con él, porque quería llegar a celebrar como se debía cuando Seungmin ganara.

Incluso cuando ni siquiera había terminado el partido, Jeongin sabía que su pequeño alfa podía aplastar sin ningún problema al equipo contrario, ¿cómo no? Si Kim Seungmin era el mejor a sus ojos. Podía todavía ser un cachorrito, pero era increíble cuando mandaba a volar la pelota y corría con agilidad para lanzarse a primera base logrando ganar con facilidad.

Además, se veía condenadamente guapo con el uniforme que se amoldaba a la perfección con su cuerpo. ¿Era extraño pensar que incluso sucio era sexy? Porque Jeongin se atrapó en varios partidos lamiéndose los labios cuando sus felinos ojos se deslizaban por las piernas duras y fuertes del alfa hasta llegar a su trasero, y esos brazos que se tensaban cuando sostenía el bate, venas saltando debido a la fuerza.

— Aish, Jeongin, en serio —la risa de Hyunjin lo sacó de su ensimismamiento cuando Seungmin se volvió a quejar porque Jeongin ahora había derramado el refresco sobre su barbilla por andar distraído. El omega tragó saliva nervioso por el rumbo extraño de sus pensamientos, quitándole la servilleta al pelinegro para limpiarse él mismo, ignorando el calor de sus mejillas por el bochorno.

— ¿Quién es el bebé ahora, eh? —gruñendo, Jeongin le lanzó la servilleta usada al rubio, quien siguió riéndose por el ceño fruncido del omega.

— Ustedes par de mocosos, siempre serán bebés, ¿de acuerdo?

— Pero nosotros no hacemos un desastre con la comida, Jeonginnie.

— Bebés dije, ahora chupa tu chupón —obligó a Seungmin sostener una patata frita como chupón, las escandalosas carcajadas del pelirubio resonando por el local si importarle en absoluto que hubiera gente que les enviaban miradas curiosas.

Jeongin estaba demasiado avergonzado como para tomarle importancia.

¡ ☁︎ !

— ¿Van a seguir haciendo eso? Porque es asqueroso —la mueca de desagrado del omega hicieron reír a la pareja que hacía un segundo se sumían en mimos acaramelados frente a él.

Felix se apartó un poco del cuello de su novio para mirar a su mejor amigo, encontrándolo con esa mueca enfurruñada que sólo daba gracia por lo adorable que era la razón de su irritación. Y Jeongin estaba cuestionándose porqué rayos pensó que ir donde ellos lograría distraerlo un poco de su reciente problemita, pero lo único que obtuvo a cambio es que fuera ignorado descaradamente por la pareja que se hacía llamar sus mejores amigos.

— Estás un poquito amargado por nada, ¿no es tu alfa después de todo? —Changbin le alzó una ceja curiosa, con las manos abrazando la cintura de su beta que se encontraba sentado de lado sobre sus piernas— No creo que sea para tanto.

— Jeongin no quiere herir a ninguno, por eso le da tantas vueltas al asunto.

— Debería entonces aceptarlos a ambos.

— No es tan fácil, Changbinnie —el pelirrojo le acarició el mentón distraído, mirando los pequeños ojitos de su alfa brillando en cariño hacia él—. Imagina que estás en su situación, dos alfas quieren pretenderte pero los quieres a ambos, ¿qué harías?

— Irme con ambos, sería grandioso, ¿no? —encogiéndose de hombros, respondió sin siquiera pensarlo demasiado— El sexo sería interesante, ¿no crees? Un trío...

— No tendremos un trío —el beta sentenció decidido, su mirar demostrando que no estaba para discusiones, ganándose una queja del alfa.

— ¡Ni siquiera lo pensaste!

— ¡Y tú eres un asqueroso! Ni siquiera lo pensaste bien Seo Changbin, sólo pensaste en sexo.

— Es que en verdad sería interesante —el aludido rió jovial, sin tomarse en serio esa conversación—. Mira, soy un omega bonito que tiene a dos alfas tontos tras él, ¿qué mejor que aceptarlos a ambos y así me los jodo a ambos?

— Eres horrible —Felix negó con la cabeza en falsa decepción, sólo obteniendo más risas de su novio. Sabiendo que ninguno hablaba en serio.

— Sigo por aquí, par de pervertidos. Y no pienso aceptarlos a los dos sólo por sexo.

— Aburrido —los miró incrédulo a ambos, porque sí, incluso Felix se unió a su alfa para hablar al unísono.

En serio, ¿por qué fue con ellos en primer lugar? Pudo haber ido con Minho, el alfa mayor era mucho más sensato en cuanto a escuchar y aconsejar se hablaba. Estaba también para él no sólo por ser su cuñado, sino también por ser su hyung, por lo que cada vez que tenía una nueva queja le oía con atención incluso estando Jisung con ellos. Así que sí, ¿por qué fue con ese par de degenerados desvergonzados?

Ah, cierto, Minho-hyung está en celo. Una mueca de desagrado se formó en su rostro al recordar a su hermano decirle sin pudor la razón del porqué llegó a casa oliendo a sexo y feromonas de alfa por todas partes. Iugh.

— Yah, Jeongin, le das muchas vueltas, sólo acéptalos y listo —Changbin volvió a hablar, esa vez con voz seria y ojos calmados—. Tu problema es que no quieres hacerles daño teniendo que rechazar a uno, entonces, ¿porque no aceptarlos a ambos?

— No puedo...

— Ambos te hacen sentir bien, sus aromas mezclados te tranquilizan y sus solas presencias hacen a tu omega sentirse alegre, ¿por qué complicarse tanto entonces?

— Pero...

— Jeonginnie —esa vez, Felix le interrumpió, sus ojos de media luna siendo comprensivos—, sé que los quieres, tu omega sobre todo los quiere también. Dales una oportunidad, y si no funciona entonces no salgas con ninguno.

Son ambos o ninguno. Jeongin recordó sus palabras dichas cuando se sintió abrumado por primera vez ante el lío amoroso en el que se había metido. Había tomado esa decisión de manera precipitada meses atrás, sin pensarlo de verdad, como debería de corresponderle, y cuando lo hizo con seriedad, su omega llegó a la misma conclusión...

Yo soy de ellos, y ellos de mí, o son ambos o ninguno.

── cappuccino candy !Donde viven las historias. Descúbrelo ahora