¡ 14 ⚝ hyunjinnie bueno, seungminnie lindo !

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Apenas Seungmin abrió la puerta de la habitación de Jeongin es que se dieron cuenta del ruido que había dentro y que no habían notado hasta entonces, quedándose de pie en la entrada con ojos grandes y bocas entreabiertas de la sorpresa.

El omega estaba acostado boca abajo, su mejilla pegada a la almohada y sus caderas alzadas, su rostro enrojecido y sus dedos trabajando en su agujero; gemía bajito, su mano masturbando su miembro mientras su zurda se encargaba de estirar sus pliegues lubricados.

— Por favor... alfa... —se oía desesperado, moviéndose un poco para dejarles una mejor vista de su intimidad, la cual se contraía en busca de atención— Hyunjinnie... por favor.

El aludido tragó saliva ruidosamente, de pronto sus manos temblando de los nervios al ser llamado, sin estar realmente preparado. Seungmin le dio un pequeño empujón para que se adentrara a la habitación, y en cuanto le miró el pelinegro le asintió con una sonrisa que buscaba animarlo. Aunque el alfa menor tampoco se veía demasiado seguro.

— Hyunjinnie... alfa... —seguía murmurando, porque necesitaba aliviarse y el chico no se apuraba.

Así que, vacilante, Hyunjin dio pasos pequeños llenos de timidez repentina, acercándose hasta colocarse detrás del omega, quien separó sus nalgas ofreciéndose a sí mismo.

El alfa mayor tragó saliva de nuevo, llevando sus manos a la suave piel blandita de sus glúteos, donde acarició un poco antes de inclinar su cuerpo con la intensión de subirse también a la cama, acercando sus rostro. Jadeó cuando el aroma le pegó directamente en la nariz, la excitación comenzaba a nublarle los sentidos poco a poquito, y con eso decidió lamerle cuidadosamente, ganándose un gemido gustoso ante la sensación del húmedo sinhueso tanteándole.

— Seungminnie... —el omega llamó jadeante, mirando con ojos brillantes al pelinegro que seguía parado apoyado en el marco de la puerta, gimiendo sin poder evitarlo cuando el alfa mayor introdujo su lengua— Uhm... S-Seungmin-hyung...

El susodicho decidió acercarse también, sosteniendo la mano que le ofreció el omega e inclinándose cuando lo haló hacia él; así sus bocas se encontraron, ahogando un gemido que el menor estaba por soltar cuando sintió un dedo travieso acariciarle antes de penetrar con delicadeza, la lengua volviendo a unirse.

Jeongin tanteó con sus manos la ropa interior del pelinegro hasta bajarla con rapidez, ni siquiera dándole tiempo de hacer nada cuando se apartó del beso y dirigió su atención al miembro ya medio endurecido entre sus dedos. Masturbó a Seungmin, antes de engullirlo con su boca, gimiendo de nuevo cuando Hyunjin aumentó un poco la velocidad del par de dedos que buscaban estirarlo. La lubricación natural facilitaba el trabajo, y si bien algunos preferían saltarse ese paso, el rubio quería que el omega lo disfrutase sin demasiado dolor.

— Joder... —el murmuró ronco abandonó la garganta de Seungmin, sosteniendo el cabello suave de Jeongin entre sus dedos cuando el omega lo obligó a hacerlo, pues él mismo había llevado esa mano sobre su cabeza. El menor succionó su erección, un sonido obsceno escuchándose cuando la sacó de su boca, comenzando a repartir húmedos besos alrededor del falo hasta llegar al nudo desinflado y chuparlo, provocándole al alfa un delicioso cosquilleo que le recorrió el vientre bajo y lo hizo gemir.

Por su lado, Hyunjin se alzó e inclinó sobre el cuerpo de Jeongin para llegar a su hombro, donde besó con dedicación mientras sus manos seguían trabajando en su ano. Llevó incluso su propia erección que había liberado hacia la separación de los glúteos, con la única intención de restregarse sin buscar penetrar.

Y la sensación de piel sobando su sensible agujero hizo a Jeongin temblar, gimiendo un poquito desesperado sobre el miembro de Seungmin, quien no podía evitar sisear ante el placer de las vibraciones del sonido directamente en su piel.

── cappuccino candy !Donde viven las historias. Descúbrelo ahora