Leah
Mientras miraba por la ventanilla del coche, seguramente carísimo, de mi hermano no podia dejar de pensar en este gran cambio que estaba pasando en mi vida. Mire hacia la persona que estaba a mi lado, el cual estaba conduciendo hacia mi nuevo hogar, Los Ángeles.
–¿Porqué estoy montada en tu estupido coche yendo a un sitio que no quiero?– Le dije sin dejar de mirarle, el me miro de reojo antes de contestarme.
–Nuestros padres pasan de nosotros, te echaron de casa, Leah, no ida a dejarte sola en esa ciudad.– Suspire ya cansada de que siempre me respondiese lo mismo.
–Tengo diecisiete, se cuidarme sola, no me haces falta, Liam.
Vi como el sonrió al oir mi respuesta, que hiciese eso no me causo nada de gracia por lo que le mire seria.
–Te hago mucha falta hermanita.
Estaba deseando que se callara por lo cual ya le diria todo lo que pensaba de esta situación despues.
–¿Sabes que? Tu ganas, te necesito a mi lado para poder vivir.–
Mire por la ventana de nuevo, deseo que este viaje acabe ya, quiero llegar a mi nueva casa, encerrarme en mi habitación y no volver a salir en todo el dia.Llegamos a la casa, no pude evitar sorprenderme de que aqui fuera donde viviera mi hermano, era una casa demasiado grande como para que viviera una persona sola.
–¿Vives aquí?– Pregunte al bajarme del coche. El fue a mi lado y me miro.
–¿Que pasa? ¿Te sorprende?
Si, me habia sorprendido, pero la verdad es que no sabía por qué, mi hermano tenía mucho dinero, cuando cumplió los 20 empezó a trabajar en una empresa muy importante del pais. Actualmente el tenia 24 años, ademas, se habia convertido en el jefe y habia mejorado bastante la empresa, básicamente, todo el mundo sabia quien era Liam Holmes.
–Es muy grande para una persona.
Fue hasta la parte trasera de su coche y sacó mis maletas del maletero.
–Ahora somos dos–
Igualmente me seguia pareciendo muy grande, sobretodo para mi, cuando vivia en Canadá no tenia ningún lujo, y derrepente, estaba viviendo en una casa gigante en Los Ángeles y con un hermano millonario.
–¿Quieres pasar o ahora mismo me odias tanto que no quieres ni entrar en mi casa?– Dijo Liam sacandome de mis pensamientos.
–Si abres la puerta entro.
Fue a abrir la puerta, agarre mis maletas y fui tras él.
–Pasa y espera en la entrada.
Vi como se dio la vuelta y caminaba hacia la portilla que estaba en la entrada del recinto. Pasé al interior de la casa y observé detenidamente cada detalle. La entrada era gigante, habia una escalera a cada lado de la sala para subir al piso de arriba, estaba todo con detalles en blanco y negro, igual que la fachada. Espere alli durante alrededor de diez minutos mirando todo hasta que una voz que no conocía llamó mi atención.
–¿Quien es ella? ¿Es tu novia? ¿No es un poco pequeña para ti?–
Me giré viendo como al lado de mi hermano habia un chico con el pelo negro como el carbón y bastante mas alto que yo.
–Soy su hermana pequeña, no su novia ¿y tu quien se supone que eres?
Vi como aquel chico me miraba de arriba a abajo.
–Soy Aleksander West, el mejor amigo de tu hermano.
Desvíe la mirada hacia mi hermano.
–Ella es Leah, te dije que vendría a vivir conmigo.
Alek miro hacia Liam.
–Pensé que pasarias el dia conmigo.– Dije.
Él se me quedó mirando en silencio hasta que Alek lo rompió.
–¿Te molesta que esté aquí, Gafitas?–
¿Acababa de hacer lo que creia que habia echo?¿Me habia llamado gafitas sin conocerme? Decidí pasar de el y seguir hablando con mi hermano. –¿Me puedes decir donde esta mi habitación?
Liam empezó a caminar hacia las escaleras asi que le seguí
–En un rato sube, sabes perfectamente donde es– Le dijo a su amigo.
Cuando llegamos al piso de arriba fue directo hacia el final del pasillo de la derecha. Abrió la ultima puerta y pasó dentro.
–Esta es tu habitación, intente decorarla de una manera que te gustase y esto es lo máximo que pude hacer.
Entré tras el y mire todo, era enorme, hasta habia un armario casi tan grande que mi antigua habitación.
–Es increíble...
Mire hacia mi hermano y vi como estaba sonriendo.
–Menos mal que te gusta.– Contesto él.
Fui a abrazarle, la verdad que para haberle visto una vez al año durante seis años habia acertado en lo que me gustaba.
–Al final me va a gustar vivir contigo. La puerta se abrio haciendo que mirara hacia alli y me separara de mi hermano
–Interrumpo algo?– Si, ya estaba alli el maldito alek.
–No interrumpes nada.– Contestó mi hermano.
Preferí dejarles solos asi que salí a terraza que habia en mi habitación. Al rato sentí como salian ellos riéndose, pase de ellos hasta que oi como me llamaban.
–Leah.
Me gire y vi a los dos fumando, odiaba que hiciesen eso cerca de mi.
–¿Que pasa? Y ni se os ocurra volver a poneros a fumar estando cerca mio, odio eso.– Ambos parecieron hacerse los sordos ante lo último que dije. –Iras al instituto con Alek.
No me lo podia creer, tendria que ir al colegio con esa persona que con tan solo quince minutos a su lado ya habia hecho que le odiase.
–Me estas tomando el pelo ¿Verdad? Es imposible que el tan solo tenga diecisiete años.
Los dos chicos se rieron de mi comentario.
–Tengo diecisiete, gafitas.
Suspiré. No me podia creer que eso fuese verdad.
–No me llames así, ni siquiera me conoces.–
Volvi a darme la vuelta para mirar las vistas, la verdad es que era bonito. Detras de nuestra casa habia un lago rodeado por un bosque. Podría pasarme el dia mirando aquello, pero sabia que con aquellos dos no iba a poder estar tranquila en ningún momento.
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Mi nueva vida
Teen FictionNunca llegue a creer que vivir en los ángeles seria mi mayor pesadilla, entre mi hermano y un Imbécil llamado Aleksander west haran que desde que pise mi nuevo hogar mi vida se convierta en un infierno.