Aleksander
Pasaron días desde lo que pasó con Leah, desde ese momento me evitó todo el rato. Hoy era el último dia que tendría que estar con ella ya que volvia Liam de su viaje. Ella estaba en su habitación y yo en el salón, como me aburria decidí subir para molestarle un rato. Pasé a su habitación sin picar a la puerta y la vi durmiendo en su cama. Me acerque a ella y me senté a su lado. Me fije en ella, realmente Leah era muy guapa y con las gafas puestas más. Ella abrió los ojos y me pilló mirándole. Desvíe la mirada y oi como empezó a hablar.
–¿Qué haces aquí y por qué me mirabas así?– Ella se sentó en la cama y se puso las gafas. Intente cambiar de tema para no contestarle a eso.
–¿Ves sin las gafas?– Miré hacia ella y vi como tenia los brazos cruzados.
–No te hagas el sordo y responde a mi pregunta.– Suspiré.
–Esta bien, ya respondo. Estoy aqui porque me aburro y te estaba mirando porque...– Me quede un rato pensando un una escusa pero como no se me ocurrió nada convincente dije la verdad.
–Porque me pareces guapa.– Leah estaba totalmente seria.
–Vale. Ahora vete.– Me levanté y fui hasta el pasillo.
Desde lo que hice aquel dia para molestarla no me la habia sacado de la cabeza, había metido en la cama a 3 chicas distintas, pero ninguna conseguía que me olvidará de la hermana de mi mejor amigo. Leah tenia algo que llamaba mi atención, pero no sabía el que, además sabía perfectamente que ella me odiaba y yo la odiaba a ella, o eso creía. Me quedé un rato apoyado en la pared, al lado de la puerta de su habitación. Leah salió y se puso enfrente de mi.
–¿Que haces aquí?– Me quede callado ya que estaba mirándole atentamente, fijandome en cada centímetro de su cuerpo.
Iba vestida con un top blanco, unos pantalones cortos de un color gris clarito y una camisa de cuadros que llevaba como si fuera una chaqueta.
–Aleksander West, mis ojos estan mas arriba.– Mire hacia sus ojos y vi como no llevaba gafas, me acababa de dar cuenta de eso.
–¿Y tus gafas?– Leah se alejó de mi.
–Llevo lentillas.– Ella caminó hacia el piso de abajo y le seguí para ver dónde iba.
–¿Donde vas?– Abrió la puerta de la entrada y me miró.
–Voy a dar una vuelta.– Apoye mi mano en la puerta para cerrarla antes de que pudiese salir.
–Si vas a salir tienes que tener mi número, no me fío de esta ciudad.– Vi como ella sacó su móvil y miró su número, yo lo anoté y le mandé un mensaje para que me agregará. Después de eso me aparte de la puerta y Leah se fue.
–Esa es la manera mas patética de pedirle el número a una chica.– Dije susurrando mientras iba hacia la cocina. Estaba claro que no le iba a pasar nada a Leah, tampoco es una ciudad tan peligrosa.Pasaron las horas y Leah aun no estaba en casa, ya era de noche, Liam no tardaría en llegar y como se encontrará que su hermana no estaba me iba a matar. Agarre el móvil y llamé a Leah, me lo cogió al segundo intento.
–¿Donde estas y con quién?– Dije sin dejarle hablar a ella primero.
–Estoy en un bar con un chico.– Contesto ella.
–¿Se puede saber el nombre de ese chico?– No se porque pero no me gustaba saber que Leah estaba con otro chico, quería que estuviese conmigo y nada mas.
–Su nombre es Karl.– Al oir ese nombre me preocupe tanto por Leah que hasta se me cayó al suelo el vaso que tenia en la mano. Tuve problemas con ese chico y se todo lo que hizo con chicas en el pasado, ahora Leah seria otra de esas chicas y no queria que eso pasase.
–Tu hermano está aquí Leah, ven a casa.– Decidi mentirle para que viniese cuando antes.
–Esta bien, ahora voy.– Colgué.
Recogí los cristales del suelo mientras pensaba como decirle quien era en realidad Karl y porque deberia dejar de hablarse con él. Media hora después de la llamada oi como abrían la puerta, fui hacia la entrada y alli la vi a ella. Cerró la puerta y me miró.
–¿Y Liam?– Esperó que ahora no se tomé mal que le haya mentido.
–Aun no está, era para que te alejaras de Karl, lo hice por tú bien.– Ella cruzó los brazos.
–¿Por mí bien?– No quería que me odiara más aún, pero tenia que decirle la verdad o Leah correria peligro.
–Karl no es lo que aparenta, yo tuve problemas con él y se todo lo que hizo.– Se quedo callada por lo que seguí hablando.
–Ese chico abusa de chicas como tu, él las engaña portándose bien con ellas y cuando las chicas cojen confianza él se aprovecha de ellas.– No pareció convencerle mi respuesta.
–Seguramente no me creas pero yo te he dicho la verdad, si te pasa algo es tu culpa, luego no digas que no te avisé.– Leah subió hasta su habitación sin dirijirme una palabra.
Poco rato después de esa conversación llego Liam a casa por lo que yo me fui a la mia. Mañana volveria a ver a Leah y podria estar con ella mucho rato ya que su hermano me pidio que le vijilase.

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Mi nueva vida
Teen FictionNunca llegue a creer que vivir en los ángeles seria mi mayor pesadilla, entre mi hermano y un Imbécil llamado Aleksander west haran que desde que pise mi nuevo hogar mi vida se convierta en un infierno.