¡NO SOY GORDITO! ✧ SUNGJAKE

19: celo.

Poniéndose el barbijo Min-Ki agarró su maleta y bajando al primer piso donde su hijo mayor esperaba. Un fuerte aroma provenía de la habitación de Jake.

── Papá, iré a poner las maletas al vehículo ──dijo Jaehyun── ¿Iras a ver a Jakie?

── Sí, espérame en el auto.

Jaehyun asintió, saliendo de allí. Jake tenía sus días de celos, y a petición del peligris era estar solo en casa, bajo la protección que ponía su padre en la mansión. El mayor nuevamente subió las escaleras, yendo hasta el final del pasillo donde salia el aroma de su hijo, tocó un par de veces y espero.

── ¿Hijo? ──llamó y no hubo respuesta por largos segundos── Soy papá ¿me dejas entrar?

Esperando unos minutos, se escuchó un "pasa, papá" de Jake, su voz temblorosa y avergonzada. Min-Ki entró, viendo a su hijo cubriéndose con varias cobijas, sabiendo que eso podía aumentar todo. Las mejillas de Jake estaban rojizas y sus labios de igual forma, esos cabellitos grises caían desparramados sobre sus ojitos de cachorro.

── Bebé, estamos listos para irnos ──se sentó al borde de la cama. Jake puchereó, acercándose y dejar que los besitos de su padre lo tranquilizaran, a veces era tan apegado a su padre por mimos── Ya me tengo ir, pequeño.

── ¿Volverán? No quiero estar solo mucho tiempo...

── Pasará todo esto y volveremos lo más rápido posible, ¿Mh? ──lo abrazó, acariciando la cabeza de su hijo── Tendrás que estar solo por unos días.

El Omega de Jake chillaba con la sola idea de estar solito en casa, se sentía muy indefenso sin su padre y hermano alrededor, molestándolo y consintiendolo entre bromas, ahora... Odiando su celo, tenía que estar en casa.

Había faltado dos días a clases desde que sus dolores comenzaron a hacer acto de presencia.

── Papá.

── Tu hermano estuvo cocinando todo el día para dejarte comida en el refrigerador, tendrás de sobra... Y compramos dos cajas grandes de tu bebida favorita ──Jake asintió, tranquilizandose a los mimos de su padre── La llave esta en mi habitación, dejaré la casa a base de seguridad. Estarás a salvo, solo no habrás la puerta a nadie.

Con un puchero en los labios, Jake asintió. Abrazo una vez más a su papá, hasta verlo salir de la habitación, escucho unos pasos hasta que la cerradura de la puerta principal se escuchó en toda la casa. Chilló molesto a los dolores en su vientre, sus manos empuñaban las sábanas bajo su cuerpo a cada tironeo que se presenciaba y su deditos de los pies no evitaba en retorcerse al calor que lo invadía como fuego hiriente.

Entre lágrimas en los ojos y dolor en su cuerpo, con la voz de su Omega susurro.

── H-Hoon... Alfita..