¡NO SOY GORDITO! ✧ SUNGJAKE

44: they are in love with you.

— ¡Sunghoon!.

— ¡Bebé!.—Ríe al momento que Jake se lanzó a sus brazos apenas la puerta fue abierta, lo cargó mientras miraba a Jaehyun y el papá de ellos de pie. Los dejó pasar.— Bienvenidos. Papá aún duerme.

— Entonces... Pondré mis maniobras en marcha.— Min-Ki habló, suspirando.

— Jaehyun, cariño, ¿podrías comprar los ingredientes que faltan?.— El mencionando asintió.

— Ah, ¿Sunghoon? ¿Puede venir Yuta? Es...

— Esta bien. Estaré con Jake en mi habitación.— Y de paso a contarle mi secreto, pensó Sunghoon, caminando en dirección a las escaleras.

— Huh, papá Min-Ki, si necesita algo, estaremos pendientes.

— Descuida.

Jake aún perdido en el aroma del pelinegro, suspiró y ronroneó. Jamás pensó que recuperaría de cierta forma a su pareja, su novio y todo era lindo a sus ojos. La confianza floreció y eso inició la relación de ambos, ya no había timidez, no había vergüenza y desvaneció las inseguridades de ambos jóvenes.

Lo siguiente que sintió fue su cuerpo siendo acostado en algo suave, esponjoso y protegido por el aroma de Sunghoon.

Abrió sus ojitos, saliendo de su ensoñación y Sunghoon estaba encima de él.

— ¿Qué pasa, Hoonie?.

— Verte es mi pasatiempo favorito. Eres muy hermoso.

Jake soltó una risa, besando la punta de la nariz de Sunghoon y cayó en cuenta que estaba en la habitación del mayor. No perdió tiempo en zafarse de los brazos contrarios y mirar alrededor, sorprendiéndose de los pósteres de música pegado a las paredes azulado oscuro, un enorme ropero metido a la pared color grisáceo, un escritorio cerca de la ventana dando paso a las calles de afuera y una batería. Miró incrédulo a Sunghoon quien estaba recostado en la cama y viéndolo con una sonrisa.

— ¿Puedes... puedes tocar la batería para mí?.

— Huh. No lo sé, ¿Por qué no me convences?.

Jake puchereó, listo para hacer un berrinche. Unos retratos de dos bonitos niños encima del escritorio llamó su atención, se encaminó allí con la atenta mirada de Park.

— Somos nosotros de niños.— Sunghoon dijo.— Fue cuando era tu cumpleaños... Y antes del mío.

Jake se sonrojó al verse con los bóxeres de Iron Man, abrazando a un Sunghoon bastante chiquito mientras ambos tenían torta de chocolate en el rostro. Tan bonitos. 

Y el segundo retrato ya era el cumpleaños de Sunghoon, donde estaba abrazándolo con posesión mientras Jay estaba a unos metros de ellos, con un cuchillo de juguete y un letrero en manos, diciendo "Tu noviecito es mío, Park estúpido Hoon" soltó una risa, sintiendo unos brazos envolverlo desde atrás.

— Jake... ¿Sabes que los demás están enamorados de ti?

— ¿Ah?.— volteó, y lo miró con una mirada sorprendida.— N-no entiendo.

Sunghoon suspiró y besó las mejillas de su noviecito. Luego lo escuchó chillar cuando empezó a morder su piel, ah, que adicción tenía en marcarlo.

— Eres el crush de todo el equipo de básquet, amor.— Jake abrió sus labiecitos en "o", sin poder creerlo aún. Vio la mueca molesta del alto.— Incluso en el día del partido, el equipo extranjero no dejó de mirarte. Hablaron conmigo en privado, diciéndome si tenías pareja... Y por eso perdieron. Porque llamabas mucho la atención.

— ¿E-en serio?.

— Muy en serio. Estoy celoso.— admitió.— Eres demasiado bonito para los ojos de este mundo.