Secreto. ᦗ MileApo.

ꁚ ᴘᴀʀᴛᴇ ᴜɴᴏ﹐ᴇxᴛʀᴀ﹕

Esta parte, y la anterior, sigue sin ser corregida. Perdonen las faltas de ortografía y redacción, si hay.

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«Cariño»

Dicha palabra manó de los labios de Nattawin cuando ayudó a Phakphum a levantar dos cajas de maquillajes que cayeron al suelo tapizado, haciendo pasar el desliz como si los hubiera atrapado en el aire. "Cuidado, cariño" fueron exactamente emitidas, riendo y apretando –disimuladamente–, la mano de su pareja que le sonrió cómplice.

El live terminó con xx millón de espectadores, agradeciendo el apoyo del público fanático, enviándoles mucho amor de su parte. Y, mientras sondeaba las redes, se topó con una cadena de screenshots y vídeos editados de él llamando de tal forma a Phakphum que se encontraba de pie, acunando los brazos para calmar a su bebé.

—Hemos dejado un par de pistas, pero ahora que se escuchó claramente como me llamaste, las redes están explotando con tal interacción. —alegó muelle y afectuoso su Mile, volteando su cabeza para sonreírle. —Y lo siguen llamando fanservice, cuando desde un principio expresamos que no hacíamos eso.

—Pero es muy entretenido leer sus suposiciones, comentarios y eso que llaman «delulu» sobre nuestra relación. —carcajeo. Dejando el teléfono en el sofá del camerino, acercándose de lado para admirar el rostro de su bebé. —Es tan hermosa, que me dan ganas de apretarla a veces. —comentó.

—Ouw, mira lo que povocas mi amor en papá —Mile profirió, su voz saliendo más aguda y graciosa de lo normal. Apo rio, alineando una mano en la cintura de su pareja. —¿Veda que no puede hacelo? —tornó a usar el mismo tono. Apo frunció sus cejas al reír quedamente.

—No sé quién me da más ternura ahora mismo, si mi Mile o mi bonita hija —apretó los dedos en la cintura de Mile que le sonrió divertido.

—¿Quieres cargarla? —inquirió Mile, mirando a Apo que asintió y se apartó un poco de su lado, acercando sus manos con cuidado a la cabeza-cuello y cuerpo de la bebé que se tomó a calma el cambio de calor y aroma de sus padres. —Mamá estaba pidiendo hacer videollamadas ayer que saliste.

—¿Así? —acunó los brazos, contemplando los mohines efímeros que hacía su preciosa hija. Po hizo ruiditos cuando notaba una sonrisa en ella. —¿Cómo no hacerlo? Mira qué bonita es. —Apo beso la manita con guante, olfateando el aroma del perfume.

Phakphum sonrió con calidez al presenciar tal imagen de su futuro esposo, y de su hija que nació rápidamente del vientre de su papá, que estuvo sufriendo de los dolores de las contracciones desde la mañana con suaves y casi seguidas, hasta la tarde que comenzaron a hacer más fuertes y seguidas. Para llegar al hospital con tres centímetros de dilatación, y una hora más, su fuente se rompió cuando una contracción lo dejó un momento inmóvil, apoyado contra la pared mientras hacía un recorrido por el cuarto de parto en el que lo habían adecuado para su llegada. El botón mucoso rompiéndose lo hizo sentir raro, y todavía lo fue, cuando un líquido amniótico comenzó a bajar por sus piernas desnudas. Ya que, para este punto, Nattawin se encontraba en bata y con el cabello recogido en una coleta corta. Estar en el parto fue una experiencia muy especial, fuerte y maravillosa para ambos. Observando cada movimiento de los profesionales, los pujidos, el sudor, los "inconvenientes normales" que pudieron pasar en la labor, pero no pasaron. El grito mudo y la contorsión del rostro de Nattawin con cada pujanza, el dolor y el esfuerzo. Y la naturalidad con la que su bebé nació, sollozando apaciblemente. Phakphum avizoro, y tomó fotografías y pequeños y cortos vídeos del alumbramiento. Cuando dejaron la bebé en los brazos de Nattawin que dobló los labios y sus ojos se llenaron de lágrimas, tocando cuidadosamente el cuerpo pequeñito de su esperada bebé. Como los suyos que se enrojecieron, y su mano tembló al sostener el teléfono.