Capitulo dos.

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Siento como la cama se hunde y alguien me comienza a acariciar suavemente, como si no quisiera hacerme daño, me siento tranquila y protegida como si nada ni nadie podría hacerme daño, siento el olor a libro viejo, bosque en temporada de lluvia y el dulce olor de la vainilla.

Siento que estoy donde debería de estar.

—Despierta, pequeña —Susurran con voz gruesa, "que voz tan hermosa", pienso. —Vamos, princesa tenemos que irnos.

Y ahí es cuando me doy cuenta, abro mis ojos y me alejo rápidamente de sus caricias, lo veo a los ojos y su mirada expresa ¿tristeza?, se levanta de la cama y se dirige a la puerta.

—Te espero abajo, empaca lo que quieras llevar— informa sin mirarme y se va de la habitación.

Me siento un poco mal por causar tristeza en él, pero no es mi culpa, no puedo simplemente aceptarlo sin siquiera conocerlo y además invadió mi espacio.

Me levanto y me dirijo al baño, no pongo música, solo quiero salir de esto lo más rápido posible. Una vez que estoy desnuda me entro en la bañera y abro la regadera.

Las gotas de agua a presión caen en mi cara y cuerpo, el agua fría me despierta y me relaja. Comienzo a enjabonar y limpiar mi cuerpo.

No es que vaya a extrañar realmente este lugar, nunca fui de salir mucho por ahí, las únicas partes que extrañare son el bosque y el cine, si bien en Rusia habrá cine y un inmenso bosque no podré ir por lo menos no sola, dudo que Damián me deje salir sola una vez que entre a su territorio.

Extrañare un poco a mi familia si bien no pasaba mucho tiempo, extrañare verlos a la hora del desayuno.

Me salgo de la bañera, tomo la toalla y comienzo a secar mi cuerpo una vez que estoy lo suficientemente seca tiro la toalla en el cesto.

Salgo del baño, abro el closet y saco un pantalón corto y un abrigo verde que lleva el sello de la casa "Slytherin", abro la gaveta donde están los pares de ropa interior y escojo las que son moradas y tienen nubes rosaditas y blancas.

Una vez que estoy vestida, me estiro un poco para alcanzar las dos maletas que están arriba del closet, las bajo con cuidado y las coloco encima de la cama.

En la primera maleta me centro en poner la ropa que más me gustan y las que son cómodas, en la segunda pongo mis abrigos favoritos, los libros que tengo pendiente por leer y los libros que leí pero amo.

Cierro las maletas, cojo mi celular y me salgo de mi habitación, cuando llego a las escaleras me doy cuenta de que será un poco tedioso bajarlas, dirijo mi vista al frente y veo a Damián que está hablando con el que creo que es el beta.

Está despaldas, el olor de él me llega y me permito admirar como esta vestido, su espalda es grande y la camisa blanca le queda como si fuera una segunda piel, tiene un pantalón negro que le queda perfectamente, veo su trasero, es redondo y bien puesto.

Como si sintiera mi mirada se voltea y lo miro a los ojos, el también comienza a mirar todo mi cuerpo y vuelve a dirigir su mirada a mis ojos, el tiempo se detiene, todo alrededor desaparece, solo somos él y yo.

Comienzo a sentir calor por todo mi cuerpo y veo como esboza una pequeña sonrisa y ahí es donde caigo a la realidad.

Bajo la mirada y mis mejillas se ponen coloradas, agarro mis dos maletas y trato de bajar el primer escalón.

Escucho como se acerca a mí y coge las dos maletas, antes de que pueda protestar algo él ya está bajando.

Miro a los lados y no veo a mis padres ni a mis hermanos.

Alpha DamiánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora