three

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— ¿ Un beso en tus labios ? — Asentí sonrojada.

Mi compañero Jason estaba impactado por la reciente noticia. No porque yo quisiera contárselo pero ya se corrió la voz y supongo que algún chico me reconoció y se lo mencionó. Entonces le di detalles de lo que pasó y de como mi cabeza estaba dando vueltas desde entonces.

— Así que ahora quieres tener sexo con ella —Levantó sus cejas y yo me ruboricé aún peor.

— N-No ¿ Cómo crees ? — Miré el teléfono. Entraba y salía de WhatsApp con la esperanza de que ella me escribiera.

— No le huyas a tus instintos. No es sano reprimirse. — negó.

— Pero no me niego — confesé avergonzada — Lo que pasa es que no soy capaz de decírselo.

. . .

En la tarde escuché que Troy organizaría un evento solidario para estudiantes que se encontraban en una situación económica vulnerable. Muchas chicas estaban eufóricas por participar por lo que me imaginé que Belén no tardaría en formar parte de eso.

Cuando llegué a mi habitación, cansada ese mismo día. Entré para darme un baño. Estudiar. Comer. Y dormir.

Ese sería el resto de mía. Ya que mi trabajo aquí ya estaba hecho y supongo que no tengo que lidiar más con eso. Además, el vago sentimiento de celos me carcome el alma desde que comencé mi día. No quiero saber más nada de lo que suceda entre ellos dos. Es lamentable pero es así

Al abrir la puerta lancé mi mochila al pequeño sofá contra la pared en nuestra acogedora habitación.

Belén leía algo tirada en su cama. Ella sólo se quedó sentada allí. El pequeño foquito de luz de su escritorio que teníamos era la única luz de la habitación.

Me sentí avergonzada. Arrepentida tal vez de que las cosas se pusieran tensas por mi culpa. Sin embargo ¿ Realmente es mi culpa ? Yo no quería esto pero tampoco nadie me puso un revólver. Es complicado. Sé que pude haberme negado pero una parte de mí estaba emocionada por probarlo.

No quería estar sola en la otra colchoneta. Días anteriores me pidió dormir a su lado. Se hizo una costumbre. Y si ella quiere seguir con su plan, es recomendable que lo volvieramos a hacer, ya que Katherine y Laura vendrían en cualquier momento, sería la escusa perfecta para quedarme a su lado.

Asi que sin precio aviso, o  tal vez sí. Ya que le tiré una mirada rápida mientras me quitaba las zapatillas.

Me puse algo cómodo, sus ojos me quemaban de alguna forma al verme. No necesito ser adivina para saber que me observa. Es gracioso porque parece que estamos en la misma situación.

Me acerqué junto a ella y me tapé y la abracé .

Continuó leyendo sin siquiera mover un pelo. Tan solo cambió de página e Inhaló profundamente para soltarlo con la lentitud necesaria para tranquilizar a su corazón, que ahora golpea duro en mi oído.

— ¿ No te molesta que te abrace,  Amor  ? — pregunté con malicia y la miré un momento. Apretó su mandíbula.

— No me digas amor — la escuché entre murmullos. Su lectura era su única atención.

Tal vez está cabreada por lo que pasó, pero sigo sin comprender dónde está su problema. La llevé a la cita, le dí su beso. Y nada más. Todo fue al pie de la letra. Ahora que se haya roto una brecha delicada, no es mi culpa ¿ Cómo quiere que adivine que iba a ser un beso caliente ? Si es sexy, maldición, es hermosa .

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