SIN IMPORTAR LO QUE ME PASE- seiya x saori (saint seiya omega)

Mi caballero enfermo

Seiya despierta varias horas después en un cuarto en la mansión de saori la cual dormía a la orilla de la cama. Tenía suero por la vena, un respirador y una toalla fría en la frente. No sé sentia nada bien, tenía dolor, mucho dolor en las heridas y tenía una horrible migraña. Temma con forma de sombrita pequeña también acostada a su lado.

-mm...- quería decir algo pero no le salían las palabras, le costaba respirar un poco.

Con debilidad, tocó ligeramente la mano de la diosa despertandola al instante.

-¿Seiya?

La mujer miro a su caballero el cual se veía muy mal y enfermo, se le acercó y vio sus rojas mejillas debido a la fiebre.

- ugh...- le quería saludar pero no tenía fuerza para ello. La diosa lo miro preocupada y entristecida.

Ella procedió a cambiarle la toalla de la frente. Seiya se sentía muy mareado aún en la cama sin moverse ni un poco.

-agh...mm...- decía entre sus quejidos de dolor, estaba con lágrimas a punto de salir.

Athena noto esto y se las limpio con la mano y el solo cerro los ojos apenado de ser tan débil.

-¿Cómo te sientes?

Su amigo no respondió, tampoco tenía fuerzas para ello. Solo jadeaba tratando de calmar el dolor que lo sofocaba.

- Con respecto a la reunión...tuve que cancelarla debido a que te enfermaste.- le dijo ella tratando de calmarlo al menos un poco.

Seiya solo le dió una mirada arrepentida, pero luego soltó un quejido de dolor.

- ¡¡AGH!!¡Mm!

-¿S-seiya?¿Que te duele? Dime.

Seiya solo le señalo un lado de su abdomen a punto de llorar debido al dolor. Athena le levantó la camisa para ver mejor la herida.

- ah ah ah ugggghh.

- Tranquilo, tranquilo, solo dame un momento.

Al terminar de alzarle la camisa vio que la herida no se habia abierto, solo le dolía chingo y medio.

- ¡UGGHH!, ¡mmm!...- trataba de ahogar sus gemidos de dolor para no preocuparla mucho.

Saori si que estaba preocupada, es más se dió la vuelta y trago consigo una inyección de anestesia con otro medicamento.

Si había algo a lo que Seiya le tenía miedo eran la inyecciones. Al ver la aguja empezó a agitarse mucho. Saori lo calmo todo lo que pudo y le dijo que era para que se sienta mejor. Tomo un algodón empapado en alcohol y procedió a desinfectar la zona de la inyección, el brazo derecho de Seiya el cual jadeaba lleno de pavor.

- Es para el dolor y la fiebre, solo cálmate pegasito.

- ngh..ah ah ah...ugh...

La mujer empezó a meter la aguja en el brazo de su caballero, no dolió tanto como el esperaba y el dolor se le calmo bastante. Suspiró y miró a su diosa con una mirada agradecida.

- mm...ah, ah...

- ¿Mejor?

-s-si...

Ella lo abrazo dulcemente y le dió tiernos mimos para calmarlo un poco. En eso entro Kiki, y al ver a los dos abrazados no dijo nada, solo se les acercó y vio a su amigo suspirando intentando calmarse.

-¿Cómo está?

-¡¿Kiki?!- roja como tomate

- No diré nada tranquila, solo quiero saber cómo está.