SIN IMPORTAR LO QUE ME PASE- seiya x saori (saint seiya omega)

NO ME HARÁS CAMBIAR DE PARECER

Saori y los otros estaban por llegar a Mil Almas Malditas, pero había un par de problemas, la diosa de la Oscuridad no se los iba a poner nada fácil. Cómo decía la leyenda, ese aborrecible lugar contenía las almas de los chicos que Nix había secuestrado. Sus inocentes almas penaban en ese lugar, con la esperanza de que algún día, llegara una persona que podría liberarlos de su tortura. Aquella tortura a los cuales habían sido condenados por Nix. Una mujer totalmente psicópata y desgraciada, que no sabía lo que quería en este mundo, y, cuya filosofía era: " Si yo no puedo ser feliz, nadie lo será". Una filosofía bastante estúpida en mi opinión :v.

En pleno viaje, atacó uno de los monstruos a los caballeros y diosas . Uno que volaba, con las fauces abiertas y un aspecto aterrador. Sus enormes alas negras parecían derretirse, y sus ojos azul marino, reflejaban odio y desgracia. Tatsumi, se había dado cuenta de su presencia a tiempo, y logró esquivar aquella bola de fuego que salió de la boca del monstruo alado. Pero las desgracias no habían acabado ahí.

_¡sujétense fuerte! .-gritó el viejo guardaespaldas-.

Los del helicóptero, Saori, Hera, Hestia , Koga y Aioros, le hicieron caso de inmediato. Se pusieron los cinturones de seguridad y se agarraron de donde pudieron. El guardaespaldas, esquivaba los ataques como podía, maniobrando de forma espectacular, pero desesperada.

Athena, se dio cuenta de que no iban a poder avanzar de esa manera, deberían pelear. Abrió la puerta del helicóptero ante el asombro de todos los presentes allí. El viento entró en la cabina y varios papeles se levantaron del suelo.

_¡Señorita Athena! .-gritó Aioros desesperado al verla salir -.¡¿Qué está haciendo?!

La mujer no le respondió. De forma instintiva, se subió encima del vehículo aéreo y, desde allí, pudo contemplar a la criatura. Que la miraba con desprecio. Sin pensarlo dos veces, saltó, y cayó en la espalda del monstruo, el cual, al sentirla en sí, se empezó a sacudir con insistencia y desesperación. Saori se agarró fuerte de las escamas, luego sacó a Nike, su báculo, y le lo clavó a aquella monstruosidad en la nuca que soltó un grito desgarrador. Un grito que parecía sacado del mismo infierno.

_¡¡AHHG!!! .-gritó la chica al resbalarse de la criatura.

Aquel monstruo empezó a derretirse y un líquido viscoso de color negro empezó a caer hacía el oscuro mar.

Aioros, usando sus alas, consiguió atrapar a la diosa antes de que cayera al agua. Pero justo cuando iba a regresar, vio que aquel monstruo se había derretido tanto hasta el punto de revelar una figura humana.

Lo atrapó también y entraron en el helicóptero rápidamente. Al entrar acostó al frío cuerpo de un joven en el suelo.

Confusos, los santos y las diosas vieron al individuo . Un chico con cabello albino, en cual era corto y brillante, con unos ojos azules claros. Vestía una ropa griega y su piel era demasiado pálida, no era muy robusto, pero tenía una gran belleza. Pero no superaba la del caballero de Pegaso >:D.

_¿Quién en él? .-preguntó Hestia-.

_U-Uno de los humanos... del Harem .- Le respondió Hera, con la voz hecha trizas, al tiempo que acariciaba la fría mejilla del cadáver del chico, sentía la impotencia de no haber podido ayudarlo -. Que pena...pobre niño, no merecías algo así.

Hera miró al chico con una profunda tristeza. Sus lágrimas cayeron al suelo, se sentía culpable de que un chico de tan sólo 18 años haya sufrido tanto en el harem de Nix, también podía sentir la culpa hacerle un nudo en el estómago. Violado, maltratado y desechado por culpa de su hermana, su aborrecible y despiadada hermana.