Las semanas pasaron hasta que se cumplió el primer mes de aquello y la relación que mantenían Childe y Aether era... Quién sabe, no se podía definir como una relación, tampoco como una amistad pero ninguno de los dos estaba listo de dar el primer paso, ninguno de los dos se atrevía a darle respuesta a la incógnita "¿qué somos?"
Desde que el rubio se quedaba en casa del más alto, poco a poco su lazo se fortaleció, todas las mañanas, alguno de ellos se turnaba a preparar el desayuno para ambos, en las noches salían a distraerse un poco, ya sea paseando o comprando cosas. Incluso Aether ya conocía a uno de los hermanos del adverso, Teucer, y se llevaron más que bien, cosa que enternecía al pelirrojo.
Fueron más íntimos con el pasar de los días, que en ocasiones llegaban a compartir la misma cama, amaneciendo abrazados, totalmente pegados mientras dormían con una paz inimaginable, que hacía que el corazón de Tartaglia se alborotara.
Pero esta noche habría algo diferente.
— Bien, viajero, ¿qué vas a querer cenar?—Dijo Childe, caminando al lado del mencionado en lo que prestaban atención al estrellado cielo.
— Siendo sinceros, no quiero cenar. —El otro lo miró extrañado, esperando a que le explicara. — Quiero que compremos algo de sake, ¿te parece bien?
— Eres menor de edad, no puedes.
— Ya pero, ¿quién aparte de ti se enterará?—Dijo el más bajo con una sonrisa traviesa, riéndose al final.
— De acuerdo, pero tomaremos sólo un poco. —Aether asintió y a paso rápido fueron en busca de sake y unos cuantos bocadillos para así volver a casa.
Llegaron a casa, dándose primero una ducha por separado hasta encontrarse en la pequeña mesa que tenían en la entrada, tomando asiento uno al lado del otro y sobre los cojines que servían de asiento. Abrieron el sake y se sirvieron, dando un sorbo que provocó que el menor hiciera muecas por el fuerte sabor, Nobile se aguantó la risa. Los minutos, horas pasaron y se podría decir que ambos estaban entonados, Aether más al tener poca experiencia con el alcohol.
Era un ambiente agradable, pues no hacían más que contarse chistes malos entre sí para terminar ambos riéndose, se ponían a bailar torpemente hasta caerse de nuevo en sus asientos. Era una velada especial, hasta que Childe dejó salir sus sentimientos, justo cuando no daban para más, ambos estaban botados en el suelo, mirando al techo y en silencio.
— Aether.
— ¿Sí?—Miró al mayor de reojo, con una mirada débil, estaba a nada de quedarse dormido.
— Creo que me estoy enamorando de ti. —En ese instante, el menor se sentó nuevamente, bastante sorprendido y con un exagerado rubor que llegaba hasta sus orejas que ardían, ¿qué acababa de escuchar?
Al no tener una respuesta, Childe igualmente se sentó, quedando bastante cerca del adverso que pronto tomó de las manos con el fin de que no se apartara, no quería incomodarlo, no más de lo que ya, así que decidió hablar otra vez, queriendo reparar el error que había cometido.
— Puedes olvidar lo que dije, el alcohol me está cayendo pesado, deberíamos ir a...—No terminó la oración pues ya tenía a un rubio besando sus labios; estaba asustado, sorprendido pero su sentir por el otro era más fuerte que todo lo demás que terminó por corresponder, sólo cerrando sus ojos, era un beso inocente, en el que los cerezos de ambos solo se rozaron.
— Tartaglia, no puedo darte una respuesta ahora pero... Estaré a tu lado, de la forma que quieras para agradecerte todo lo que has hecho por mí. —Su diestra pasó por la mejilla del mayor, quien seguía perplejo. — Te daré todo de mí.
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who lied first? : childe, aether, ayato
Fanfiction"Y qué importa si me vuelvo a equivocar, no creo que después de ustedes, haya algo que me pueda lastimar más." fanart perteneciente a @/nnnmaru_