Dos

345 32 15
                                    

— Déjame besarte. —Xiao cerró los ojos, teniendo sus labios entreabiertos para fundirlos con los ajenos al irse acercando.

— No. —El menor retrocedió, empezando a caminar escaleras abajo. — Lo nuestro acabó hace tiempo, así que si no quieres ayudarme o buscas algo como esto a cambio, me voy entonces.

Así, el avergonzado Yaksha se quedó mirando al rubio bajando las escaleras y posteriormente caminando por la noche, perdiéndose entre la oscuridad a medida que se iba alejando.

Había sido una noche pesada para Aether y un poco para Xiao, sin embargo, el que estaba viviendo una ola de emociones era Ajax, que en vez de seguir enojado, una sonrisa se formó en sus labiales al escuchar lo dicho por su querido.

Tal y como lo piensan, Tartaglia nunca se fue de ahí, se había quedado abajo, camuflado por la oscuridad al haber apagado algunas velas. No quiso perseguir a Aether, por ahora, le daría su espacio.

Un espacio que duró meses ya que, de Aether se volvió a perder el rastro.

⠀⃝𖤓͜͡ ུ۪۪

Tartaglia por su parte siguió dirigiendo a los fatui novatos, haciendo sus "encargos" que consistían en secuestrar o matar a alguien o a un grupo de personas al no cumplir determinado trato, en fin, algo que era bastante normal en la vida del de ojos azules aunque debía reconocer que, todas las noches y sin que nadie se diera cuenta iba en busca del pequeño rubio, fracasando en cada una de las veces.

— Jefe, debería dejar de tomar tanto, mañana no querrá levantarse. —Dijo una novata, algo atemorizada ya que el pelirrojo no la volteó a ver de buena manera.

— Necesito volver a encontrarlo y si alguien interviene en eso, lo mataré, lo mataré sacándoles el corazón y entregándolo en la puta puerta de sus casas, ¿entendido, novata? —Ella asintió temblorosa, tomando de su vino para disimularlo.

La noche era aburrida para los compañeros de Ajax (que terminaron dejándolo solo), mientras que para él era eterna, como cualquier otra ya que, como se dijo, ansiaba volver a hallarlo y encararlo, preguntarle por qué lo hizo y darle su apoyo al saber bien ya su historia. Quería tenerlo para él y darle todo, todo lo que necesitase pues, si los "buenos" no hicieron nada para ayudarlo, ¿por qué no podría él extenderle la mano? Aunque de por sí, por su parte, habían otros sentimientos involucrados...

Su nube de pensamientos basados en "¿qué pasaría si...?" se desmoronó al escuchar una voz que reconocía y que por obvias razones le molestaba, era la del Guardián Yaksha, haciendo su rutina de monitorear los lugares para asegurarse de que todo esté en orden. La mayoría de la gente volteaba a mirarlo con respeto, otros pasaban de él de lo ebrios que estaban y Childe estaba ebrio pero más que pasar de él, su presencia le molestó lo suficiente para levantarse e ir a él, pasando chocando con su hombro a propósito para que entendiera que quería discutir con él en otro lado.

— ¿Quién eres y por qué tú, simple y corriente mortal tuviste el atrevimiento de pasar golpeando a un Yaksha? Te recuerdo que tú y cualquier mortal no están a la altura de un Adeptus. —Terminó apareciendo detrás del más alto, estando ya fuera del bar, sin nadie viéndolos.

— Con todo respeto, me importa una mierda quién seas, sólo quiero que me digas dónde está Aether. —Habló con una sonrisa burlona y tambaleándose.

En ese momento Xiao tenía tantas ganas de matarlo pero paró sólo porque había mencionado a su ex pareja, y claro que también quería saber qué tenía que ver este con él.

who lied first? : childe, aether, ayatoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora