Cuando Lucerys nació, el Rey Viserys monto una gran fiesta en honor al nacimiento de su primera nieta mujer. Había nacido sana y fuerte, con los pulmones bien hechos para sangrar las orejas
Y nuevamente había nacido un Velaryon-Targaryen de pelo y ojos oscuros y los susurros volvieron con más fuerza. Pero eso no era importante para la Princesa Rhaenyra, que sostenía a su linda hija con amor y delicadeza, mientras se la presentaba a su padre, junto a Alicent y sus hermanos
-Oh por los dioses-Viserys veía encantado a su nieta mientras la mecía con mucho cuidado-Es igual a cuando te sostuve por primera vez, Rhaenyra-
Rhaenyra sonrió al igual que su esposo Leanor, que sostenía de la mano a Jacaerys
-Creó que se parece a tu madre-dijo Viserys
Rhaenyra sonrió con tristeza, ignorando la mirada incómoda de Alicent, mientras Viserys señalaba a sus otros hijos pequeños que se acercarán
-¿No quieren conocerla?-
Aegon negó inmediatamente mientras hacia una mueca, no quería acercarse para nada a Lucerys. Aemond en cambio, se acercó solo por curiosidad mientras Viserys lo ayudaba a ver a la niña, alzó la ceja al ver a la masa rosada durmiendo tranquilamente, ignorando a todos a su alrededor. El joven príncipe levantó su mano y con su dedo tocó la mejilla de la bebé, que se movió incómoda por el contacto y soltar un sonido incómodo
Viserys devolvió a su nieta a su hija
-Espero que los dioses me den un futuro hermoso como ella-dijo acariciando su cabezita
-Ojalá, padre-dijo Rhaenyra mirando a su hija-Estoy segura de que si, mi pequeña Luce-
-¿Y si la comprometemos con Aemond?-
Y así, pese a las protestas de Alicent, el Rey Viserys comprometió a Aemond y Lucerys
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Mientras más pasaba el tiempo, todos se daba cuenta de que la princesa sería igual a su madre en muchos sentidos. Al contrario de las otras niñas, a Lucerys no le interesaba mucho sobre aprender modales, etiqueta o conocer a los hijos de los jefes de las importantes casas para luego casarse, no, ella era inquieta, buscaba usar la ropa de su hermano en lugar de vestidos, tenía una espada de madera que robo del patio de entrenamiento justo por debajo de las narices de Criston. Recorría por la corte cuando era muy de noche y de algún modo lograba ingresar con gatos dentro del castillo, ataba su cabello a una coleta para que no la molestará mientras su hermano le enseñaba a utilizar una espada, bajo la mirada de desaprobación de todos en la corte, a excepción de algunos como su madre y Leanor, que miraban divertidos
Cuando llegó la noticia sobre el fallecimiento de Laena Velaryon, todos fueron a su funeral y a presentar sus respetos
No la conocían realmente, así que Jacaerys y Lucerys no estaba tristes por ella, sino por el fallecimiento de su padre, su verdadero padre, Harwin Strong. A ambos le costó mucho aceptar que en realidad eran bastardos como todos decían y que no era por la sangre Baratheon de su abuela, sino pro su padre, ahora fallecido también
