La princesa desastrosa

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Era hace una vez,

una princesa que vivía en el Palacio del rey.

Aunque su mirada era hermosa,

tenía una oreja más grande que la otra.

Nada la detenía en su búsqueda del amor,

excepto los tropiezos por sus zapatos de tacón

que era su calzado favorito;

pero con ellos siempre caía al piso.

«Señor, ya llegaron los pretendientes».

Le dijeron al rey sus sirvientes.

Aquellos príncipes de la nobleza real

quedaban espantados al mirar

las orejas de la que pensaban cortejar.

«¡Ay! ¿Qué voy a hacer papá?

Ningún galán se fijará en mí».

Decía la princesa al verlos salir;

pero decidió perseguir a uno de ellos

y corrió con sus fuerzas tras el más bello.

En eso, entró al Palacio un joven pobre,

que con la vista fija en un sobre,

haría una petición ante el trono del rey.

Entonces, iba corriendo aquella mujer

cuando se tropezó con sus propios zapatos

y cayó en los fuertes brazos

de aquel humilde ordeñador,

quien prestó su completa atención

al brillo de sus hermosos ojos

y de pronto, se le detuvo el corazón...

...en medio de todos, se desmayó.

Despertó y miró a la princesa sorprendida,

y supo que era el amor de su vida.

«Por favor, me quiero casar con él».

Decía la princesa a su padre, el rey:

él no estaba de acuerdo con esa locura.

«¡Ya verás que solo busca fortuna!»

Le gritaba mientras la dama lloraba,

aunque sabía que el joven la amaba.

Después, el rey encontró una solución;

por eso, mandó llamar en secreto

al joven pobre para darle una vida mejor

y convertirlo en un caballero apuesto.

Y llegó el día de presentar al nuevo candidato.

Al entrar, la princesa no dejaba de mirarlo

hasta que supo lo que el rey hizo por ella

para que al fin, consiguiera su pareja.

Y dijo sonriendo: «con este me casaré hoy

porque hallé al que me quiere como soy».

Con sus rarezas y su torpe caminar

la princesa desastrosa deseaba amar

al hombre que la supo valorar

por sus cosas bonitas y su dulce mirar,

y que la quiso con sinceridad

aunque él no pertenecía a su clase social.

Fin.

Reflexiones (Vol.1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora