I fucking hate you... [ATEEZ] - Woosan / Sanwoo -

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Wooyoung: 

Llegué a mi casa tranquilamente, aunque cansado.

-¿Wooyoung?- oí, era Chae, parece que se iban a quedar a comer.

Ah, olvidé mencionar que además de que Chae es mi mejor amiga desde jardín es mi vecina, por eso nos conocímos en primer lugar.

-holaaa- exclamé, ella corrió a abrazarme, sonreí y me observó.

-luces cansado, ¿te costó el trabajo?

La miré preguntandome de que trabajo hablaba, pero luego me dí cuenta, que tonto, para que no supiera lo de San le había dicho que me quedaba en el universidad terminando un trabajo. Disimulé mi confusión de antes, ella sonrió.

-oh si, pero talvez es que no dormí muy bien

-¿no?, ¿porque?

Amm, por pensar demasiado en el estúpido de San talvez.

-por desvelarme- mentí, ella chasqueó su lengua mientras me tomaba del brazo.

-ya no lo hagas más, ahora vamos- me dijo y nos dirigimos a la mesa, en donde estaban mis padres y su madre, saludé.

Hablamos un poco de nuestros días, fue gracioso para mí porque tuve que mentir básicamente en todo lo que dije menos en lo de las clases de hoy, pero eso no lo iba a saber nadie.

Luego de la cena Chae y su madre se fueron y yo me fui a mi cuarto, me acosté por unos segundos mientras masajeaba mi mandíbula y parte de mi cuello, fue un trabajo duro lo de hoy.

Pensé en San y sonreí como idiota, apenas lo noté borré la sonrisa instantaneamente, algo sorprendido por estar alucinando, que tonto Wooyoung, ya deja de pensar en él.

Pero igualmente solo pensaba en su rostro, su cuerpo, en sí todo físico, ¿que quieren que haga?, San es absurdamente bonito, no voy a negar eso, no me importa que sea él.

Después fui a dibujar un rato para despejarme, recordé el dibujo del otro día, cuando estaba intentando hacer al personaje histórico que terminó pareciendose un poco mucho a San. Mi mano detuvo su movimiento al recordar eso, ¿lo tiré?, dejé el lapiz y me paré de la silla, me agaché y ví un bollo de papel debajo de mi cama, era eso de seguro.

Intenté alcanzarlo y aunque casi me ropo la cabeza (literalmente) al final sí lo logré.

Volví al escritorio y abrí el bollo de papel, lo observé, no estaba terminado del todo pero se notaba que era San, sonreí un poco de nuevo pues sinceramente me había dado cuenta de que su rostro me ponía de buen humor. 

-lo voy a terminar- me dije en voz alta.

Muy decidido extendí el papel medio arrugado sobre la mesa y continué con los trazos, luego quise colorarlo con mis acuarelas, quería que se viera algo realista. 

Cuando lo ví me di cuenta de lo hermoso que me había quedado, hasta se veía un poco tierno.