I fucking hate you... [ATEEZ] - Woosan / Sanwoo -

54

Luego de la hermosa tarde que habíamos pasado llegaba lo más emocionante de hoy... ir a la casa de Sannie.

Sorpresivamente Yeosang se fue con Seongmin a su casa como el otro día, así que apenas se fueron nos quedámos solos con San.

-vayamos antes de que lleguen mis padres- exclamé tomándolo de la mano, este rio suavemente.

-¿no llevarás nada?

Lo miré por unos segundos quieto.

-na, solo el bolso

-ok...

Nos sonreímos y fuimos hasta su casa, como ya sabrán, vacía.

San prendió las luces y avanzamos a lentos pasos, me senté en el sillón.

-¿qué hora es?- pregunté interrogante, ví a San caminando hacia mí.

-las siete...- dijo, le tomé la mano y él me sonrió.

-espérame aquí, ya vuelvo

-¿qué vas a hacer?- cuestioné interesado.

-ya verás...- dijo con una sonrisa ladina y se fue.

Esto era muy romántico.

Suspiré mientras recostaba mi cabeza en el respaldo... luego la idea de lo que quería pedirle a San como deseo se me vino a la cabeza, sonreí solo de forma pícara.

-¡ten!- exclamó él de repente, sobresaltándome.

Me senté enseguida, reincorporandome, este se encontraba mirándome sonriente con una caja bastante grande, me reí.

-¿qué me has comprado?, ¿no será demasiado?

San se arrodilló a mi lado negando con la cabeza.

-contigo nunca será demasiado

No pude evitar sonreírle de forma sincera mientras él me entregaba la caja, me puse de frente a él con las piernas cruzadas y la abrí lentamente.

-oh...- salió de mi boca, pues, eran varias cosas. Lo observé, él me miraba con entusiasmo.

Sonreí de nuevo por su carita y mis manos movieron suavemente los diferentes objetos en la caja. Lo primero que ví fue una plantita, me reí de forma sincera y lo miré.

-¿una planta?- pregunté haciéndome el serio, claramente solo estaba fingiendo para ver su reacción, San pestañeó repetidas veces, su mirada de ilusión se desvaneció levemente pero no me rendí.

-¿y qué?- cuestionó.

-¿porqué has puesto una planta?

-¿no te gusta?- preguntó en un tono de desilución que me hizo estrujar instantáneamente el pecho. Me dio mucha pena y no pude seguir haciéndole la broma así que me reí dejando la hermosa plantita cuidadosamente a un lado para tomar su rostro entre mis manos y apretar sus mejillas suavemente.

-¡era bromaaa!- exclamé- no te pongas así mi lindo

San se quejó, mostrando una expresión de capricho.

-¡Wooyoung!- exclamó molesto antes de pegarme repetidas veces con sus manos en los hombros, soltándose de mi agarre, me reí mientras esquivaba los manotazos.

-¡perdón!, ¡era una bromita!

San me observó arrugando sus cejas y labios mientras se cruzaba de brazos, lo miré sin poder evitar sonreír, como siempre.

-¡me asustaste!- me reprendió, hice un puchero atrayéndolo a mi desde la cintura para que se siente en mi piernas, me hizo caso aunque parecía molesto.