|Farmacia|

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Un par de horas más tarde Glenn y yo nos encontrábamos discutiendo, pues Lori le pidió a Glenn que fuera al pueblo a buscar unas cosas que necesita por el embarazo y Glenn con gusto accedió. El problema aquí es que yo quiero ir y Glenn dice que es peligroso.

-Pues yo creo que soy lo suficientemente capaz de ir-dije intentando convencer a Glenn.

-Puede ser peligroso -respondió Glenn con su tono de papá responsable.

-Deja que vaya, seis manos son mejor que cuatro, si ella va podremos traer más cosas que nos sean útiles -respondió Maggie que acababa de llegar con dos caballos.

-Alguien razonable, por fin -Maggie en respuesta me guiño un ojo.

-¿Soy el único responsable aquí?-preguntó Glenn que parecía muy molesto.

-Deja de llorar y sube al caballo -respondió Maggie, la ojiverde y yo íbamos en el mismo caballo, mientras que Glenn tenía un caballo para el solo.

Todo el camino fue muy silencioso, por alguna razón siento que Maggie no quiere hablar mucho con Glenn.

-Se puede saber, ¿Por qué parecen un matrimonio que acaba de discutir?, Es decir hasta los caminantes sienten la tensión entre ustedes.

-Tu amigo no sabe guardar secretos -reprochó Maggie.

Ay Glenn, tu bocota te matará un día de estos.

-No tenías que venir, es decir, podrías odiarme desde lejos -respondió Glenn.

-Te dí mi confianza y me defraudaste, ahora mi padre está molesto conmigo.

-Tu padre está equivocado, esos caminantes no están enfermos, son monstruos -replico Glenn.

-No me gusta que los llames así.

-¿Caminantes?-pregunte, aún sin entender nada.

-Mamá, Shawn, Señor y Señora Fischer, Lizzie, Duncan, así es como se llaman.

Sin más que decir Maggie entro a la farmacia muy molesta dejándonos de un lado.

-Contexto por favor.

-Tienen una horda de caminantes en el granero, y piensan que están enfermos, me pidió que guardará el secreto y se lo conté a Dale, por eso está molesta -explico el asiático.

Oh, ahora todo tiene sentido.

Al entrar a la farmacia Glenn le dió a Maggie la lista de lo que Lori necesitaba y nos separamos, Maggie buscaría sola, por un lado y Glenn y yo buscaríamos por el otro lado.

Fuimos tomando cosas que fueran necesarias, vendas, antibióticos etc, cuando escuchamos que Maggie gritaba.

-¡No, Ayuda!

-¡Maggie! - Gritamos Glenn y yo al mismo tiempo cuando vimos que había un caminante intentando morder a Maggie.

Glenn inmediatamente tomo una de las repisas de la farmacia y con eso le quitó el caminante de encina a Maggie.

-Maggie, ¿estás bien?, ¿te mordió? -pregunte y Maggie nego con la cabeza.












































-Maggie, ¿estás bien?, ¿te mordió? -pregunte y Maggie nego con la cabeza

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𝕶. Una Sobreviviente Más | ᶜᵃʳˡ ᴳʳⁱᵐᵉˢ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora