Tienes que estar bromeando

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Día 1: Dos horas después

"Maldita sea", dijo Harry en la puerta de su apartamento temporal. Entró en la habitación delantera después de un momento boquiabierto, cerrando y bloqueando la puerta detrás de él. “¿Crees que todos los grupos tienen cosas como esta, o tuvimos suerte?”

Tom, todavía sosteniendo el golem, se encogió de hombros. “Hubiera encantado estas habitaciones al menos a este estándar si no lo hubiéramos hecho. Los demás deberían ser más que capaces de hacer lo mismo.

Harry consideró los techos altos y el piso de mármol de su vestíbulo; las altas columnas; las alcobas donde se podían colgar los retratos. A un lado, había una chimenea Flu, lista para usar, que era tan alta como la puerta por la que habían entrado. Era... palaciego, pensó Harry, era la palabra para esto, teniendo poca similitud incluso con Hogwarts, y mucho menos con la Madriguera, o el Número Cuatro, Privet Drive. No, era un lugar completamente nuevo, y Harry supuso en voz alta que era "bastante justo", porque no estaba listo para admitir cuánto le gustaba. Entonces, ¿quieres explorar?

El estudio preliminar de su apartamento tipo casa señorial arrojó, sin ningún orden en particular: dos dormitorios, un cuarto de niños (que estaba contiguo a un dormitorio), dos baños (uno con una bañera del tamaño del baño de los prefectos), una cocina, un comedor , un estudio, un salón, una sala de duelo y un salón de baile. Todos estos estaban completamente amueblados para su propósito designado; a Harry le recordó un poco a la Sala de los Menesteres, y se preguntó si así fue como juntaron todo esto.

Convenientemente, el golem esperó hasta que regresaron a la cocina por el té para 'despertarse' y comenzar a retorcerse en sus pañales, haciendo una especie de ruidos angustiados. Tom, que aún lo sostenía, hizo una mueca y lo olió con delicadeza; luego sacudió la cabeza, aparentemente aliviado: “Probablemente solo tenga hambre. Debería haber algo por aquí para usar para eso: ¿leche de cabra?

No había leche de cabra, pero sí polvo para fórmula, que Harry hechizó a una temperatura adecuada ya que no tenía paciencia para hacerlo a mano. Luego resultó que tenían que alimentar al golem, ya que no estaba lo suficientemente coordinado para sostener una botella por sí solo, y como Harry ya estaba sosteniendo la botella, Tom le pasó la cosa.

En las películas, pensó Harry a través de su repulsión, mirando al golem en sus brazos, escenas como esta normalmente eran cuando los personajes tenían una gran epifanía acerca de encariñarse con su hijo. Él... no estaba sintiendo nada de eso. Era bastante repugnante, y estaría encantado de dejarlo lo antes posible. Al menos después de esto se hizo, ¿verdad?

"No, todavía tienes que darle palmaditas en la espalda para que pueda escupir el exceso", suspiró Riddle cuando preguntó, ya colocando un trapo sobre su hombro y quitándole el golem. Ante la mirada incrédula de Harry, puso los ojos en blanco y explicó: "Crecí en un orfanato, Potter, tuve que hacerlo antes".

La magia, al menos, hizo que la limpieza fuera conveniente. Pareció aliviar a Riddle también, quien claramente esperaba algo peor. Harry se ofreció a llevar el golem de vuelta a la guardería, para que pudiera dormir en su cuna un rato, como gesto de buena voluntad; y Riddle asintió, retirándose al estudio. (Maldita sea, Harry pensó que había llamado a dibs en el estudio. Tendría que encontrar una solución más tarde).

No se volvieron a ver hasta la cena.

Día 1:Hora de la cena

"¡Harry!" Ron sonrió. "Ven aquí, les presentamos a Rose a todos".

Con cautela, Harry se sentó, mirando al golem envuelto en rosa en los brazos de Ron con lo que esperaba que fuera un disgusto velado, pero por la mirada que Hermione le estaba dando, no estaba tan velado como le gustaría. "Erm, hola Rose", dijo torpemente. "Buen día, ¿verdad?"