«La paz no es eterna y a veces se debe vivir en una constante lucha»
POV Eider Blair
Toda la vida me he considerado un chico pacífico, ese que siempre busca divertirse y animar a los demás, sacarles una sonrisa.
Odio los problemas, mi padre y mi hermano siempre viven en un campo minado y por eso yo siempre elijo un campo sin minas.
En conclusión... no soy alguien que busque conflictos pero me estoy fijando en una chica que parece vivir una odisea cada día.
Irónico, evitó los problemas y enamorarme ha sido uno de ellos.
—Sigue a ese auto negro —dice la pelirroja tan seriamente que por un momento me tomo esto como algo importante...
Pero seguir un auto negro que parece de película no está dentro de mis planes sobre evitar los problemas.
¿Está loca?
—¿Estás loca, Ayla? —no responde, ella está ahí mirando tan concentrada el auto que suspiro y empiezo a seguirlo con cuidado.
—Loca me vuelve Laurelle, no me juzgues —suelto una risa irónica y prefiero concentrarme en el auto.
Después de un rato de seguirlo, llega a un lugar de construcción que parece abandonado.
Ayla intenta bajarse del auto pero bloqueo las puertas porque sé que este lugar no es seguro.
—Una cosa es apoyarte en tu loco amor y otra cosa es alentarte a qué te maten —lo digo seriamente para que me tomé en serio.
—¿Loco amor? —me mira confundida ¿Es en serio? Está chica no sabe ni donde está parada.
—De todo lo que escuchaste solo me preguntas por eso —levanto una ceja —¿Cuándo vas a admitir que Laurelle y tú, tienen un amor trágico y loco de novela? —.
—¡Estás loco! Yo no tengo nada con Laurelle, es mi mejor amiga y por favor deja de hacer comentarios así — levanta la voz, está indignada...
Intento decirle algo más pero me encuentro con un hombre grandote tocando la ventana, ella me mira asustada.
Voy a encender el auto pero al frente están dos hombres más.
—¿Están perdidos? —su voz es gruesa y un poco baja y no se que hacer, solo me quedo mirándolo.
—Si, estábamos esperando una amiga pero como no aparece, ya nos vamos—consigo hablar firme, no puedo mostrar debilidad.
—Creo que ya sabemos quién es, la señorita Laurelle los está esperando— Ayla se sobresalta e intento decir algo pero quita el seguro y se baja.
¡Estúpida!
Decido bajar para no dejarla sola, los tres grandotes nos guían para un galpón dentro de la construcción, diría que esto es tenebroso si no fuera de tarde...
Diviso a Laurelle alterada hablando por teléfono, otro hombre corpulento al lado de ella, pero su expresión cambia a una de angustia, solo un segundo para volver a poner esa cara de póker.
—Señorita Mayer estos dos nos venían siguiendo, al jefe no le gustará esto —se escucha imponente y amenazante.
Vuelvo a observar a Laurelle, ella no tiene ninguna reacción y mucho menos se ve intimidada.
—¿Siguiendo? —pregunta seria Ayla.
Ay no...
—¡Si! Los estábamos siguiendo —se acerca molesta al grandote que hablo y lo mira desafiante. —¡Eso no estaría pasando si mi mejor amiga no me ocultara cosas!
Parece un minion intentando intimidar a un villano.
Estás locas me van a venir matando...
—¡Basta Ayla! —Laurelle cuelga el teléfono y la mira tan seria que hasta yo me preocuparía...
Uno de los grandotes saca un arma y apunta a Ayla.
—Esto no es un juego niñita —Ayla palidece y yo trato de acercarme pero el grandote me apunta para no moverme y vuelvo a mirar a Laurelle.
Ella sigue mostrándose tan fría y distante que me preocupa que estemos delante de otra persona.
—Necesito que se larguen, no pueden estar aquí y no tengo tiempo para explicarles nada —me mira para darme a entender que es conmigo así que a pesar de tener un arma apuntando decido acercarme a Ayla para irnos.
—El jefe dijo que no quería cabos sueltos Señorita —el hombre grandote lo dice como una advertencia y Laurelle lo mira furiosa.
Ella se acerca a ese hombre y le tira el arma.
—Vuelves a contradecirme y créeme que el jefe no será un problema para mí cuando me deshaga de ti, imbécil —.
El hombre la mira con temor ¡No puede ser!
Le tienen miedo.
Sabía que ella no era buena y ahora sé que anda metida en negocios sucios.
Ayla parece estar en shock, no se mueve y sigue pálida, así que decido agarrarla e irnos sin decir una palabra.
Todo esto es tan confuso y peligroso que prefiero salir antes de que nos hagan daño.
Ya no es seguro estar cerca de Laurelle y no se como haré para que Ayla entienda eso...
—No entiendo nada —después de tanto silencio por el camino ella decide romperlo.
Mira a la nada con los ojos húmedos.
— ¿En que momento la perdí? —su voz se quiebra y por un momento siento pena por ella
No tiene la culpa de que la persona que ama sea alguien cruel.
—Yo... no se que decirte —Ayla me mira y sonríe un poco, trato de reconfortarla.
—Sé que debo...
antes de que pueda decir algo mas sentimos un golpe en la parte detrás del auto, miro la razón y nos vienen siguiendo, se acercan mas rápido y vuelven a estampar el auto.
Pierdo el equilibrio y trato de volver a tomar el control pero terminamos chocando el auto, trato de mirar a los lados pero estoy algo mareado.
Escucho como a mí teléfono le llegan un mensaje pero todo se vuelve negro...
–Cuida de Ayla y ni una palabra de esto Blair, podría ser peligroso –Mayer.
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Enamorada de los libros√
Teen FictionAyla Walsh ama los libros y conoce todos los clichés, ella sabe claramente lo que conlleva enamorarse. Cuando empiezan a aparecer los típicos chicos, son solo problemas para una persona que lo que menos quiere es amar a alguien a pesar de que le gus...