Capítulo 8

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«Los secretos, pueden salvarte de un mundo lleno de prejuicios y pueden ahogar de angustias tu vida»

Ya a la hora del desayuno mi padre y Lau se encontraban desayunando entre secretos, pensé que seguirían solo para molestar, pero al sentarme se callaron y yo ignorando todo me dispuse a comer.

—Hija deberías salir con este guapo chico con el que te viste en la cafetería, Lau me comentó que es muy buen partido —comenta mi padre contento y no puedo evitar escupir un pedazo de tostada que termina en la cara de Lau.

¡Ja! Te lo mereces perra.

Ella se limpia con asco y hace todo lo posible por no mirarme, si mi mandíbula no estuviera ligada a mi cráneo ya hubiera terminado en el piso como en las caricaturas.

—Si padre, lo pensaré —comentó ante su insistente mirada y el desayuno transcurre en silencio.

***

—¡Estás loca! ¿Cómo pudiste hablarle a papá del chico? —Lau se mantiene en silencio y eso me molesta más— ¡Ese tipo quiere joderme Lau! ¡Y tú lo sabes! —Lau levanta su mirada hacia mí y sus ojos denotan lo furiosa que está.

—¡TU NO SABES CUANDO ALGUIEN QUIERE JODERTE DE VERDAD! —sus gritos me sorprenden, caigo sentada y ella empieza a bombardearme, fuera de sí.

—Solo debías hacer una cosa y era aceptar lo que el chico propuso, ganas un poco de dinero y no te arriesgas porque es gay pero no, tu eres ¡una terca! —vuelve a elevar la voz y mis ojos se humedecen por esta situación.

—Así que todo es tu culpa —su voz baja un poco de tono y ya entiendo todo.

—Yo no soy una zorra que se vende por dinero así el tipo sea gay —suelto una carcajada llena de ironía— Pero claro eso tu no lo sabes y si es mi culpa, pero al menos yo tengo juicio —cierra los ojos con fuerza y lo que duele es que no muestra nada de arrepentimiento sino de pura tristeza.


—Solo acepta lo que el ofrece porque si no va arruinarle la vida a tu padre... —siento que quiere decir algo más, pero se dispone a salir de la habitación.

—Solo haces eso porque no quise corresponder tu beso pero detesto que te embriaguez —mi voz la detiene, pero no se devuelve y después de un suspiro se retira.

Me tiro en la cama y suelto lágrimas llenas de impotencia, pensé que mi mejor amiga me apoyaría, pero algo habló con él que la hizo cambiar de opinión y lo voy a descubrir.

'Te espero en la cafetería en un rato, ni un minuto menos ni un minuto más' - Enviado.

Me alistó lo más rápido posible y voy directo a la cafetería, no me detengo, mis pasos se sienten pesados en el camino y veo pasar la gente tratando de esquivarme porque tengo toda la intención del mundo de llevarme a todos por delante.

Ya en la cafetería divisó a ese chico que en vez de aparecer en mis sueños aparece en mis pesadillas.

Sus hombros están erguidos, las puntas de su pelo húmedo caen en cascadas sobre sus ojos, es demasiado atractivo para mi orgullo.

Me siento delante y sus ojos me escanean, noto que estaba cerca porque nadie llega tan rápido y sonríe al notar lo sería que estoy.

—Aceptó —evitó que hable y este queda sorprendido ante mi comentario— pero con una condición —él sonríe con satisfacción y sé que debo retractarme, pero no lo hago.

—Quiero que me digas que hablaste con Lau para que ella cambiará de opinión y tratará de convencerme —pierde su sonrisa y se pone recto y serio.

—Mis negocios no tengo porque hablarlos contigo —sonríe cínico— pero Laurelle tiene muy buenas razones para ayudarme —mis manos se vuelven puños por el enojo.

—Si ya aceptaste puedes irte, espero a alguien más —me levanto con impotencia y doy tres pasas para irme, pero su voz me detiene, de nuevo.

—Es sorprendente como una persona hace lo que sea para que sus secretos no salgan a la luz, no es por nada, pero me siento mal por ti; vives con unos completos desconocidos —siento de nuevo la malicia en su voz y mi corazón se agrieta.

Salgo corriendo de la cafetería y me recuesto en la pared de esta.

Él no tiene por qué mentir y por primera vez dudo de las dos personas más importantes de mi vida.

¿Cómo puedo confiar en los demás si las personas que me importan ocultan cosas?

Siento que a pesar de conocer miles de mundos y miles de situaciones solo por leer, no me hace prepararme para nada...

Estoy dispuesta a irme para no tener un infarto aquí mismo cuando veo a las personas que menos espero entrando en esa cafetería y mi mundo se derrumba, ya me falta el aire, pero no me voy.

***

¡Hola! ¡hola! Disculpen la tardanza, pero tuve un pequeño bloqueo, espero les guste este capítulo y su cabecita se llene de preguntas que más adelante serán respondidas.

Besos.

Att: Liss

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