Extra Corto

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Me corrigen cualquier error, por favor.

Dylan O'brien era un alfa, muy educado y bastante atractivo. Venia de una familia de abogados, su madre era una alfa, su otra madre era un omega. Cuando el y Harry se conocieron fue un año antes de que Ari llegara a la vida del rizado.

Acababa de pasarse de escuela, iba a una más cercana, pero sus padres tomaron la decisión de sacarlo de ahí ya que su antigua escuela tenía ideales un poco retrogradas y ellos no querían eso para su hijo. Ellos se conocieron una tarde antes, el rizado tomaba clases extra escolares, ese día ya iba tarde, él se transportaba por medio de una bicicleta bonita que sus abuelos le habían regalado, se transportaba en ella ya que la parecía más sano, además todos los lugares le quedaban cerca y le gustaba sentir más la naturaleza yendo en ella. Iba tan sumido en el pensamiento de que iba a tarde que no se fijó que venía un carro al cruzarse, no paso mucho para que el rizado estuviera en el suelo, no se hizo daño, sin embargo, se asustó un poco. Vio a un alfa corriendo para ver cómo se encontraba y lo ayudo a pararse, el alfa era quien iba manejando el auto.

—Joder, lo siento tanto — hablaba preocupado mientras levantaba al rizado y lo inspeccionaba. El omega estaba un poco aturdido.

—Yo, lo siento no me fije antes de cruzar — habló bajito, recuperando ya la compostura y ver quien era la persona que lo sostenía.

—¿Te sientes bien? ¿te duele algo? — preguntaba preocupado tanto que el rizado soltó una risita y este lo vio raro —¿te golpeaste la cabeza? — preguntó un poco fuera de lugar.

—No, estoy bien no te preocupes — le respondió tranquilo —solo me hizo gracia tu preocupación — le regalo una sonrisa — estoy bien, sin ningún rasguño.

—Vale — suspiró — déjame llevarte a tu casa, aunque sea, creo que ella sino está bien — apuntó la bicicleta la cual una llanta estaba un poco chueca por el golpe, Harry la observo un poso sentido.

—No, tengo que llegar a mi clase — se negó.

—Creo que estaré más tranquilo sabiendo que estás en tu casa — tomó la bicicleta para poderla poner en la parte trasera de su camioneta sin permiso del rizado — por favor.

—Está bien — aceptó sin más remedio, el camino fue callado, el rizado le dijo su dirección y cuando llegaron a la casa de este, el alfa lo ayudó a bajarlo.

—¿Cómo te llamas? — no se resistió a preguntar.

—Uh Harry— se presentó tímido — ¿tú?

—Dylan — llegaron a la puerta de la casa — ¿eres de acá?

—¿Cómo?

—¿O sea siempre has vivido acá?

—Desde siempre.

—Vale nunca te había visto.

—¿Tú eres de acá?

—Sí, incluso vivo como a minutos de este vecindario — vio la hora en su reloj de mano y también se le estaba haciendo tarde — lo siento mucho por el susto — se disculpó de nuevo — y mucho gusto de conocerte Harry, espero verte en otra ocasión.

—Gracias, no te preocupes no me pasó nada — le habló seguro y risueño, el alfa asintió antes regresar a su carro e irse.

Al día siguiente su primer día de clases, el comenzó una semana después ya que su traslado se atrasó un poco, ahora podía seguir su rutina escolar como debía. Fue a su salón para recibir su primer curso, estaba distraído ya que fue uno de los primeros en entrar, estaba sumido en sus pensamientos cuando sintió a alguien sentarse a la par suya, volteó para ver quien era su compañero de escritorio y se sorprendió al ver esos hermosos ojos esmeraldas que había visto el día de ayer. Frunció el entrecejo extrañado y el rizado le regaló una sonrisa cálida.

THE LAST TIME (LS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora