En un mundo donde el 80% de la población nace con una particularidad, un chico llamado izuku midoriya, que es parte del otro 20% que no posee una particularidad. Se convertirá en el más fuerte de todos, rompiendo algo conocido como limitador.
Un pecoso peliverde corría con una cara cansada por toda la ciudad.
Izuku: *solo tres kilómetros... Solo tres kilómetros más* -pensó mientras corría, ignorando sus muy fuertes ganas de descansar y beber agua-
El entrenamiento era muy duro, pero el lo lograría, rebasaría cualquier expectativa que tuvieran sobre el. No podía parar, no podía descansar, no podía comer, almenos hasta que toda su rutina diaria terminará.
Izuku: *me convertiré en un héroe... ¡No! me convertiré en el mejor heroe de todos* -pensó determinado-
Los huesos del peliverde crujían de tanto estrés y sufrimiento, incluso su cuerpo lo amenazaba de quedar calvo, últimamente había perdido mucho cabello, y el no quería para nada eso.
Izuku a lo lejos pudo ver a un pelinegro mirando con la cabeza baja, a un gigante encubierto, acorralando a dos chicas, una esa no muy natural.
Izuku: oye, ¿estás bien? -se detiene a un lado del chico, sin apartar la mirada del gigante encapuchado que tenía acorraladas a las chicas-
El pelinegro al notar la presencia de izuku solo bajo a un mas la cabeza.
Soy un inútil -dijo el chico en voz baja, izuku lo escucho perfectamente-
Izuku: ¿Eh? -murmuro, no esperaba esa respuesta para nada- ¿Por qué dices eso? -pregunto, esa mirada y voz le hacía recordar mucho a el-
No puedo salvar a na... ¡Ah! Mis amigas -apunta al gigante- por favor, Aunque no te conozca de seguro tu quirk es mucho mejor que el mío, ayudalas -dijo el chico pelinegro casi llorando de la impotencia-
Izuku: lo intentaré -dijo comenzando a caminar hacia el gigante- no te muevas, me gustaría hablar contigo después... -le dijo al chico, haciendo que este asienta múltiples veces-
La rapidez en la que caminaba el pecoso aumento, comenzando a correr con el puño completamente preparado para golpear al villano mientras esté distraído.
El peli negro abrió levemente la boca, lo olvido, no le había avisado al desconocido el quirk de aquel tipo encapuchado, por lo que pudo ver, era una clase de aumento de estadística físicas.
¡¡Su don es alguna clase de aumento!! -grito para que el peliverde lo escuchará-
Lo logro, izuku escucho su advertencia, pero no solo el, también el villano...
¡¿Quien está ahí!? -pregunto en voz alta el encapuchado, volteandose y mirando a un peliverde corriendo hacia el- ¡¡No te me acerques!! -grito antes de atacar-
El tiempo se detuvo para el pelinegro, en el momento exacto en el que el cuerpo del peliverde impacto contra un muro.
Las lágrimas del chico no tardaron a caer en el pavimento, todo fue su culpa.
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