─¡Mírame! ¡Quiero que me beses! Quiero que te des cuenta que el que está en tu cama soy yo y no el otro. -dijo Harry tomando con rudeza la fina mandíbula del ojiazul.
─¿¡Cómo puedes ser tan cruel!? -los preciosos ojos de Louis ya derramando saladas...
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Como era obvio que iba suceder, los padres de Asher se enteraron de todo. Susie sin poder contener la angustia que sentía por su hermano les contó todo a sus padres.
Y claro que no se lo tomaron en un buen modo. Iniciaron la búsqueda de su hijo mayor por todos los lugares posibles, incluso le pidieron ayuda a Harry para dar con el paradero de su administrador. Michael Kennet se juró a sí mismo que cuando encontrara a Anders lo asesinaria con sus propias manos. Creía que su hijo estaba con él por un simple berrinche y que pronto se le pasaría ese supuesto "enamoramiento". Su hijo no iba a estar con delincuente y un pobre diablo cualquiera.
Louis y Harry por su lado estaban tan felices con su embarazo que no le dieron mucha importancia a lo sucedido con su antiguo administrador y con el hijo de los Kennet. A fin de cuentas los dos eran adultos, eran conscientes y sabían lo que hacían.
A pesar de que Louis solo fuera a cumplir apenas dos meses de embarazo, los arreglos del cuarto de gomita estaban muy avanzados. Decidieron pintarlo todo de blanco, en una de las paredes pintaron un arcoíris de colores pastel, colocaron peluches de animalitos bebés, de tamaños gigantes y pequeños por cada rincón de la habitación, también pusieron una mecedora y por supuesto cientos de juguetes, ropita, accesorios y todo lo que su bebé fuera a necesitar.
El amor y la ilusión que sentían por su bebé aún no nacido era palpable por cada rincón de la inmensa casa.
─ ʚiɞ ─
─¿Cuantas vueltas más vas a dar amor? Gomita ya debe estar mareado. -dijo Harry con una sonrisa quien ya se encontraba recostado para dormir y solo esperaba a su esposo.
─Es solo que estaba pensando... pensaba en todo lo que pasó con el administrador y con Asher. En un principio no le dimos mucha importancia porque estábamos más concentrados en nuestro embarazo, pero ahora que lo he pensado más me doy cuenta de que me preocupa que pueda pasar con Asher. Su padre se veía muy molesto cuando vino aquí a preguntarnos si sabíamos algo de ellos. -se quitó su bata y se sentó en su cama. ─Sinceramente me preocupa que le pueda pasar cuando su padre lo encuentre. Porque estoy seguro que no se va a rendir hasta que dé con él y más motivos se le agregan por su enfermedad.
─Lo sé bebé, a mi también me preocupa, ese chico es apenas un niño. Me agradó mucho desde la primera vez que lo conocimos. -tumbó a Louis suavemente en su cama, se escondió en su cuello para aspirar toda su espectacular escencia y por último subió la camisa de pijama que portaba, colocó una de sus manos en el pequeño bultito que ahora se notaba en el vientre de Louis y comenzó a acariciarlo haciendo múltiples dibujitos imaginarios. Entre ellos había nubes, un sol sonriente, muchas florecitas y un lindo arcoíris. En su mente el mismísimo Da Vinci moriría de envidia. ─¿Bebé? -llamó a Louis al ver que este comenzaba a cerrar sus ojos arrullandose con sus caricias.
